Juan Luis Guerra acaba de reconfirmar en España por qué es una súper estrella.

El sábado fue el día gordo y cierre del festival de Cruïlla con sendas presentaciones de Juan Luis Guerra y Rubén Blades. en el Parc del Fórum, en Barcelona.

Unos hablan de 25 mil, otros de 75 mil personas. De cualquier manera, las imágenes hablan de no menos de 60 mil. Esto y la coincidencia de Guerra y Blade ha sido calificado como histórico.

Juan Luis aportó bachata, merengue y salsa. Ya memorable había sido el del 2019 en el Palau Sant Jordi.
A la 440 dirigida por Janina Rosado le acompañaron en un repertorio muy parecido al del disco en directo Entre mar y palmeras (2021), Rosalía, La travesía. Después, según Xavier Cervantes, de La Razón, Juan Luis “ha pedido que todo el mundo hiciera la clave, el patrón rítmico que conecta las músicas caribeñas latinas con el suelo y que permite mantener el bailar activado todo el rato”.

El cronista dijo que no faltaron las referencias a Dios, “a quien Juan Luis Guerra ruega a ritmo de merengue en piezas como Para ti. Y sobre todo ha estado presente la coreografía de la felicidad que baila el público y que esta vez ha sido impresionante: solo había que ver a miles de personas entregadas al poder de La bilirrubina, algunas incluso formando una conga gigante. Así de eufórico ha sido el final del concierto, con el Fórum convertido en mar de felicidad”.

“Pocas veces se ha visto un concierto tan multitudinario en el Cruïlla, con tantísima gente implicada de pies a cabeza, y tan transversal generacionalmente. Otro ejemplo de la excepcionalidad de la tarde ha sido cuando el público ha cantado Burbujas de amor, llenando el recinto con unos versos infalibles que van de la metáfora cursi al erotismo romántico: “Quisiera ser un pez / para tocar mi nariz en tu pecera…”. Era muy emocionante sentirse dentro de esta ola eroticoromántica.”

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