Se le puede ver en Radojka este fin de semana en la Sala Ravelo del TN

María Castillo es una de las figuras cimeras del arte teatral dominicano. Prestigia cualquier cartelera en la que aparezca su nombre.

Ella, junto a Aidita Selman, otra gran artista, protagoniza la comedia teatral Radojka, de Fernando Schmid y Christian Ibarzábal, que estuvo el fin de semana pasado en escena y sigue este, en la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito, bajo la dirección de Guillermo Cordero. Las entradas cuestan RD$1,500. Viernes y sábado las funciones comienzan a las 8:30 pm en punto. El domingo a las 6:30 de la tarde.

elCaribe preguntó a María Castillo y ella diligentemente respondió con profundidad intelectual y sentido del humor, como buena graduada del Instituto Estatal de Artes Teatrales Lunacharky de Moscú.

¿Cómo ha respondido el público dominicano ante Radojka?
Afortunadamente, la respuesta del público ha sido la que supuse desde mi lectura de la obra: de total aceptación y disfrute. Mi experiencia, guiada además por la intuición, me lleva a reconocer, dónde hay una historia que puede conectar con el espectador dominicano, aparte de lo bien estructurada dramatúrgicamente. Por eso, le dije que sí de inmediato a Guillermo cuando me propuso que interpretara a Gloria.

¿Qué tiempo han pasado trabajando en la puesta en escena de la obra?
La primera lectura fue a inicios de este año, pero antes de irnos de Semana Santa, ya teníamos el análisis de personajes y la adaptación del libreto para trabajar individualmente. A la vuelta de las vacaciones, empezaron los ensayos diarios durante las mañanas, porque antes de llegar al teatro, ya pasábamos los tres actos completos, con utilería y vestuario, lo cual marca una diferencia importante a la hora de entrar al escenario con solo tres días para resolver todos los asuntos técnicos.

¿Cómo es su papel en la obra?
Soy Gloria, una mujer muy astuta que pasa los cincuenta, sin hijos, que todavía se mantiene activa en asuntos amatorios. Ella es el personaje dominante de la obra, la ideóloga de todo el macabro plan que urde junto a Lucía, para que ambas no se queden en la calle ante la abrupta desaparición de Radojka.

¿Qué le ha exigido este papel?
Mucho. Es un verdadero “tour de force” en tres actos. Las comedias actuales bien escritas, (que hay de todo en la viña del Señor), se alejan de lo ¨chabacano¨, buscan la hilaridad inteligente, no exenta de crítica social, con tramas interesantes y giros inesperados y sorprendentes. Todo esto obliga al actor, a construir su personaje con una sólida base psicológica, a lo interno, y un dominio del tempo ritmo stanislavskiano en cuanto al discurso psicofísico. El resultado es cómico, pero no el típico gag, sino la situación paradójica y contrastante, bordeando la tragicomedia: humor negro.

¿Cuáles son las premisas de la obra?
¿Qué estarías dispuesto a hacer con tal de no perder tu trabajo? La respuesta a esta pregunta, una especie de “to be or not to be”, desencadena una serie de peripecias entre el instinto de supervivencia de estas dos cuidadoras de una anciana serbia, (que viene a América huyendo del frío de Belgrado, donde se encuentra su hijo, que envía el dinero de su subsistencia) y sus valores morales. Justo ahora, acabo de leer acerca de una madre que mantuvo un hijo sordo de 3 años congelado en el freezer de su casa, ¡vaya usted a saber, debido a cuáles circunstancias! La realidad siempre superando a la ficción.

¿Siendo directora, es fácil o es más difícil dejarse dirigir?
Siempre he sido una actriz propositiva, desde mis inicios y antes de irme a estudiar dirección. Tanto en teatro como en cine, me gusta construir mi partitura de acciones y componer mi personaje sobre la base del germen que me dan los autores en el texto: es lo que más me apasiona de mi oficio actoral. Si el director es inteligente (risas) sabe que esa libertad es enriquecedora para su montaje. Aporto con respeto a su concepción, pero el objetivo es sumar en armonía desde mi experiencia y conocimiento. En cuanto a dirigirme en mis propios montajes, es algo que he hecho exitosamente hasta ahora, porque sé mirarme con ojo crítico desde fuera; soy severa y exigente conmigo misma, debido a que he vivido con una espada de Damocles sobre mi cabeza: la gente siempre espera demasiado de mí. No ha sido fácil, a veces me harta y parece injusto, pero no puedo darme el lujo de tirar la toalla.

¿Hasta cuándo va a estar en escena? ¿Tiene sentido estar ensayando y trabajando una obra por varios meses para luego estar solamente dos fines de semana en cartelera?
La obra concluye sus presentaciones este mismo domingo 3 de julio. A pesar de haber estado repletos el fin de semana pasado, con excelente respuesta de crítica y público, fue lo acordado con el productor. Así que no crean que es un truco para que se apresuren y compren sus boletas, el domingo a las 6:30 es la última función.

En cuanto a si tiene sentido, NO, no lo tiene, ni nunca lo ha tenido. Pero es la forma en que han transcurrido los últimos 48 años de mi vida, envenenada de teatro y sin antídoto a la vista. He luchado para que esta realidad cambie: con grandes esfuerzos abrimos nuestra propia sala en Nuevo Teatro, pero las circunstancias socioeconómicas cambiaron y el proyecto se hizo insostenible; la experiencia me dejó bastante traumatizada. A pesar de los esfuerzos colectivos, no hemos podido lograr un cambio definitivo. Afortunadamente, algunos pueden hacerlo desde sus propios espacios escénicos, pero son muy pocos. Es arte, y como decía Ionesco: ¨Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, es para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya¨. Yo, con haber hecho una crítica social sacando las carcajadas a los espectadores, que olvidaron sus tribulaciones por un rato y se fueron a su casa llenos de interrogantes sobre sus propias vidas, con Radojka, ya estoy paga.

Posted in A & E

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas