Tras presentar en 2021 cuatro películas en Cannes, la actriz francesa Léa Seydoux se mantiene en esta edición como la reina del festival con otros dos proyectos, uno de ellos en competición.
La intérprete, de 36 años, tiene en liza por la Palma de Oro “Crimes of the future”, del canadiense David Cronenberg, y “Un beau matin”, de la francesa Mia Hansen-Løve, en la sección paralela del certamen Quincena de Realizadores, que se proyectó este viernes.

En el rodaje de esa segunda película se contagió de covid y ser positiva le privó de acudir a Cannes el año pasado, donde tenía “The French Dispatch”, de Wes Anderson; “France”, de Bruno Dumont, y “The story of my wife”, de Ildiko Enyedi, todas ellas en competición, y “Tromperie”, de Arnaud Desplechin, en la sección no competitiva Cannes Première.

“Un beau matin” tiene una dimensión autobiográfica para Hansen-Løve y Seydoux es su alter ego en la pantalla, Sandra, una mujer que cinco años después de haber enviudado redescubre el amor al mismo tiempo que su padre se apaga debido a una enfermedad neurodegenerativa.

“Era la primera vez que me ofrecían la posibilidad de encarnar a una persona normal, alguien con quien el espectador podía identificarse”, dijo la actriz, que recibió el guión durante el primer confinamiento y dijo haberlo aceptado al momento.

Su lectura, apuntó, le sirvió para sobrellevar la situación: “Estábamos viviendo un momento muy extraño y me llegó de verdad. Hay sencillez en el guión y a la vez una emoción muy sincera”, apuntó Seydoux tras ese primer pase ante el público.

El vestuario y los ensayos con el resto de actores la ayudaron a meterse en la piel del personaje y al mismo tiempo en la de la cineasta, que lleva al filme su propia vivencia con la enfermedad de su padre.

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