Pese a que contaba con una probada trayectoria en la gestión cultural, encontró animadversión al ser designado director general del Gran Teatro del Cibao

El productor y director artístico Luis Marcell Ricart, que ha puesto en escena exitosos musicales y ha fomentado el desarrollo de las artes a través de su academia y compañía Theamus Teatro Musical, llegó al cargo de director del Gran Teatro del Cibao en un momento crítico para la humanidad, pero ha logrado dinamizar la entidad, realizando actividades en la medida de lo permitido por la pandemia.

Junto al equipo que lo acompaña en su gestión, ha puesto en marcha un programa de proyectos que buscan devolverle el esplendor a este templo cultural, que van desde la creación de su propia compañía de teatro, una coral y la institucionalización de la Fundación Amigos del Gran Teatro, entre otros.

¿Cómo has logrado mantener activo el teatro en medio de la pandemia?

A pesar de estar en una pandemia, hemos tratado de que el teatro no pierda la vida. De hecho, a las tres semanas de llegar hicimos un concierto virtual llamado “Había una vez”, luego presentamos el programa de actividades a realizar durante todo un año, y gracias a Dios hemos ido cumpliendo esas metas. En medio de una pandemia el teatro se involucra por primera vez como productor de un evento, pudimos lograr que el sector empresarial cubriera los costos de lo que aquí pasó en Navidad, la presentación del musical “En espera del mesías”. También la presentación de Santa Claus en la sala pequeña y el Belén en la sala de arriba.

¿Fue difícil lograr el apoyo empresarial en medio de la covid-19?

Gracias a Dios tengo más de 10 años de experiencia como productor de espectáculos y me facilita conocer cómo se mueve. Fue una labor pedagógica con los empresarios de aquí, decirles cómo funciona el espectáculo y los que entendieron y quisieron arriesgarse sin conocer mi trabajo en la zona norte, pues colaboraron e hicimos trece funciones.

Denunciaste algunos problemas en la estructura ¿cómo va todo eso?

Se está trabajando. De hecho, los camerinos de la Sala de la Restauración se están trabajando todos. O sea, que de aquí a un mes tendremos camerinos completamente nuevos.

 ¿Y los problemas del techo?

El techo estaba bien, lo que pasa es que hubo unas filtraciones que deterioraron por dentro el plafón, pero eso también está en proceso de arreglo. Ya han venido (técnicos) varias veces para hacer los levantamientos de lugar y arreglar esos daños internos, provocados por los grandes desastres de las lluvias cuando el techo no estaba arreglado. Me entregaron el teatro con todas las filtraciones corregidas, y con una parte del aire acondicionado arreglado, esto es poco a poco.

¿En cada proyecto convocan a casting en apoyo a la clase artística?

Yo soy de la escuela de Nuryn Sanlley. Cada vez que hacía un evento hacía audiciones, para darle oportunidad a nuevos talentos; mientras yo esté aquí, cada vez que tenga un proyecto voy a abrir la puerta a personas nuevas que se integren a lo que se está haciendo y tenga la experiencia, y también sea una fuente de ingreso para esos artistas. La idea es que el Gran Teatro tenga su propia compañía, que los artistas puedan estar fijos trabajando y entrenándose para poder ejecutar los proyectos que se pueden hacer durante el año. Recientemente convocamos músicos para formar una pequeña orquesta dentro del Gran Teatro. Vamos a tener una coral de niños y de adultos, más adelante van a salir unas cuantas cosas. Se hicieron audiciones para el próximo proyecto, que de hecho se va a presentar en la capital. En dos ocasiones los muchachos de aquí han viajado a presentarse allá, ahora se invirtieron las cosas, antes venían de allá a presentarse acá. Los muchachos del teatro hicieron la inauguración de la Navidad en el Palacio Nacional, y para Semana Santa presentaremos una cantata en las escalinatas del Palacio Nacional.

¿Cómo ha sido la acogida a la disminución de costos de las salas?

Hay muchas llamadas, la gente se está activando. Nuestra ministra (Carmen Heredia) quiere que si un teatro se está ocupando en un 50%, lo justo es que se cobre el 50% de la sala. Es un incentivo para que los productores puedan hacer sus cosas aquí. A partir de otoño vamos a ver un florecer de obras de productores independientes que se han acercado, porque para poder hacer una producción bien, se lleva un tiempo.

¿Qué encontrarán aquellos que renten las salas?
Una de las quejas era que tenían que buscar luces y otros equipos fuera.

lParte de las donaciones que se hicieron para Navidad se invirtieron en arreglar, por lo menos, las luces. Aquí los equipos están muy obsoletos, porque están desde hace 16 años. Estamos trabajando para que todas las salas, en un futuro no muy lejano, estén completamente equipadas y que por lo menos lo básico lo tengan aquí.

¿Qué trae nuevo el teatro?

Vamos a abrir el bar con una programación muy interesante, aparte de un gran espectáculo, una cantata llamada “Las siete palabras” que vamos a hacer en la sala grande con un fin social, vamos a ayudar una institución con los recursos que podamos conseguir.

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