¿Qué hace una agrupación con el nivel de Soda Stereo cuando su frontman no está? Esa puede ser una de las preguntas más difíciles para una agrupación y sus seguidores (o que lo digan Queen + Adam Lambert o los artífices del This Is It de Michael Jackson). Hologramas, videoconciertos, tributos o reemplazos se han visto de diferentes formas en la música para llenar esos ausentes.
Esa fue precisamente la cuestión que nos movió al siempre imponente auditorio de Altos de Chavón para ser testigos del paso por República Dominicana de Gracias Totales, el tributo-despedida de la agrupación argentina ante el continente. Una parada que, dicho sea de paso y no por falta de modestia, tuvo un carácter especial por encima de las otras paradas de la gira en otros países del continente.
En tierra neutral
Lo explico. Hasta este punto, Gracias Totales de Soda Stereo ya se presentó en su originaria Argentina, Colombia, Perú y México. En estos países, donde los seguidores del rock son mucho más masivos, la agrupación argentina, pieza ineludible del rompecabezas del rock iberoamericano, es una banda de culto, con todo lo que el fanatismo conlleva. Con solo googlear reseñas de esas presentaciones, es fácil y hasta predecible divisar las críticas de la “prensa” musical. “Soda sin Gustavo Cerati no es Soda”. “Son la banda de covers nº1 de Soda Stereo”. “Solo falta un Soda Stereo On Ice”, entre otras afirmaciones, son las que caracterizan estas reseñas.
Así las cosas, con este panorama, su presentación en Chavón traía consigo un carácter de estar en tierra neutral, en un escenario icónico muy distinto al de los estadios. Asimismo, sin los prejuicios de las reseñas fanáticas, superficiales y deslenguadas con tinte de fundamentalismo, que poco reconocen el esfuerzo, talento y significado de Charly Alberty y Zeta Bosio, las otras bisagras históricas de Soda Stereo, equivocadamente acusados de “sacarle partido” al legado de Soda Stereo y Cerati (no les hace falta, señores “críticos”); así como de los otros músicos y equipo técnico congregados.
En fin, una oportunidad de oro para ver en todo esplendor y en su justa dimensión lo que este show es: un tributo a Gustavo Cerati, a sus fanáticos, a la historia de Soda Stereo y a todo el rock iberoamericano y a los sonidos alternativos de calidad que, dicho sea de paso y opinión personal de quien suscribe, les hace falta más apoyo en los escenarios grandes y pequeños de República Dominicana.
¿Cómo fue Gracias Totales de Soda Stereo en República Dominicana?
Gracias Totales fue una experiencia multisensorial. La realidad y la virtualidad se entrecruzan permanentemente, con una poderosa banda de rock tocando en vivo y una serie de situaciones pregrabadas y proyectadas en pantallas de dimensiones monstruosas. Es más que un recital, más que un programa de tv, más que una transmisión en streaming o una proyección. Fue una muestra del signo de los tiempos y la tecnología aplicada a la emoción y cariño por un legado que atraviesa generaciones en distintas partes del continente.
Un factor clave, golpe directo al corazón, fue la acertada idea de no sólo proyectar en video a los cantantes que por cuestiones de agenda no pueden estar presentes en cada show. Sino también al mismísimo Cerati, que canta el primer tema junto a toda la banda (“Sobredosis de TV”) y también aparece en momentos donde solo quedan solos Charly, Zeta… y él (“Fue” y “Primavera 0”).
Las inmensas pantallas y las luces tremendas son los elementos que proveen un toque visual acorde a la importancia del grupo. Otro dato nada menor fue el sonido sencillamente perfecto, comandado por el legendario Adrián Taverna, el “cuarto Soda” para los entendidos y miembro de honor de una historia que arrancó hace casi 40 años atrás. Y la banda es otra muestra de impecabilidad, con Richard Coleman, Roly Ureta y Simón Bosio en guitarras, más Fabián Quintiero en teclados.
Los invitados
En cuanto a los cantantes invitados, el primero en sobresalir fue el propio Richard, que hizo el segundo tema de la lista, “Hombre al agua”. Después vino un tramo con figuras del rock latinoamericano, algunos no tan mediáticos en República Dominicana, como León Larregui (de Zoé) y Alvaro Henríquez (de Los Tres), ambos desde las pantallas.
El primero invitado “en vivo”, es decir presencial con la banda, fue Rubén Albarrán, de Café Tacvba, que se animó a “Lo que sangra (La cúpula)” y desplegó todo su conocido histrionismo y caudal vocal. Volviendo a las pantallas, Julieta Venegas hizo “Signos”, Benito Cerati sobresalió con su versión de “Zoom”, seguido por un Adrián Dárgelos grabado (“Trátame suavemente”) y la colombiana Andrea Echeverri (de Aterciopelados) llegó en vivo con “Pasos”.
La magnética presencia de Gustavo Cerati acaparó todas las miradas al hacer “En la ciudad de la furia”. Y el difícil trance de sucederlo le tocó a Robi Draco Rosa que, también presente en Chavón, sorteó el desafío con una fascinante lectura de “En remolinos”, mientras la nave de luces comenzaba a descender. Otra gran voz, poderosa y emotiva, fue la de Gustavo Santaolalla, ronroco en mano, sorprendiendo a todos con su “Cuando pase el temblor”.
El final
Las luces bajaron tanto que parecían casi a rozar la cabeza de Charly cuando Gustavo cantó “Fue”, con todo su clima y fuerza. La mexicana Mon Laferte fue otra de las grandes sorpresas de la noche al hacer “Un millón de años luz” en las pantallas.
El tramo final fue con Fernando Ruiz Díaz (de Catupecu Machu y Vanthra) haciendo “Persiana americana”, y Juanes cantando “Prófugos”, ambos desde la virtualidad. Para los bises, Cerati hizo “Primavera 0” y el célebre Chris Martin de Coldplay hizo “De música ligera”.
Tanto los artistas que estuvieron presentes como los que participaron en video colmaron de emociones a cada uno de los asistentes. La propuesta tecnológica con una pantalla LED de 400 metros cuadrados permitió revisitar momentos inéditos en la historia de la banda, acercó al público a los artistas invitados y permitió volver a ver, gracias a la tecnología, a Soda Stereo en el escenario junto a Gustavo Cerati.
Respeto…
No queremos dejar por fuera el dato de que Gracias Totales de Soda Stereo también se une a la línea de producciones sustentables y amigables con el ambiente. Tal y como lo vimos recientemente con los británicos Coldplay, a través de una serie de acciones, el show compensa la huella de carbono con acciones eco-amigables aplicadas al transporte de todo el staff, músicos, invitados y equipos técnicos. Asimismo a los residuos que no se reciclan y la energía que utilizan en los recitales. De hecho, es la primera gira concebida en Latinoamérica, en alcanzar este objetivo.
En fin, Soda Stereo: Gracias Totales logra, con mucho nivel, su objetivo: un homenaje sentido, energético y respetuoso a su sempiterno líder y a su ausencia, a su público y al legado de una banda que escribió y sigue escribiendo capítulos fundamentales de la historia del rock en nuestro idioma. Y una bocanada -valga hoy más la palabra, los seguidores de Cerati saben de qué hablamos- de aire fresco y música buena para República Dominicana. Gracias Totales.