Donde el arte y la cultura son los principales protagonistas, en un ambiente que, además, invita al disfrute de la buena música

El Centro Cultural Mirador surge de la labor realizada, años atrás, en la Galería Santo Domingo y su Arte, que funcionó desde el año 1981 y hasta el 1995, estuvo en plena actividad, con todos los artistas y centros educativos e instituciones privadas.

Básicamente su función era realizar exposiciones y eventos para diferentes instituciones. Como Santo Domingo y su Arte, funcionó por 30 años y como Centro Mirador, lleva ya cinco años. La dirección del lugar está a cargo de Purísima De León. Ella y su esposo Juan Guerra siempre han sido amantes del arte, han estado vinculados a la plástica y desde siempre han apoyado el talento de los artistas.

Es por eso, que tan pronto como adquirieron la casita pequeña, pero estratégicamente ubicada en el Parque Mirador del Sur, sintieron que ese era el lugar indicado para dar rienda suelta al proyecto que habían iniciado treinta años atrás en la Galería Santo Domingo y su Arte, y al cual la madurez del tiempo dio a luz como Centro Cultural Mirador.

La edificación es nueva. En principio era una pequeña casita, ubicada en la calle José Contreras número 209, en el ensanche La Paz. En la construcción sobresale una cueva artificial, construida a partir de un muro natural que pasaba por debajo de la casa. “La idea surge a raíz de la construcción de un pequeño puente y en el espacio que quedó debajo, se nos ocurrió esta cueva, que es una creación de Limbert Vilorio, con la asesoría de don Abelardo Jiménez Lamberto, del Museo del Hombre. Él fue quien nos dio la logística y nos orientó de cómo podíamos hacerlo”. En la cueva, puede apreciarse un enterramiento taíno y figuras de la Cueva del Pomier, así como las estalactitas. Las piedras que se observan, también fueron traídas de la Cueva del Pomier, por tratarse de uno de los asentamientos taínos más importantes de las Antillas.

Purísima De León de Guerra explica que la galería duró 10 años cerrada, porque en ese tiempo se dedicó a criar a sus hijos. En esos años estuvo apartada de la actividad cultural. Entonces compraron la casa, que goza de grandes espacios y que colinda con el Parque Mirador Sur y ahí comenzaron a pensar en abrir un espacio dedicado al arte.

“Teníamos todas esas obras de arte guardadas y lo más sorprendente era el valor que habían adquirido y lo bien conservadas que estaban. Es así como decidimos que valía la pena exhibirlas y abrimos este centro”.

En los años ochenta, doña Purísima fue promotora de arte y eso le permitió estar en contacto con los grandes artistas y con los nuevos talentos. Se encargaba de promover a jóvenes que entonces buscaban una oportunidad para a dar a conocer su arte y que hoy son grandes artistas.

De León trabajó durante la década de los 80 y la segunda mitad de los 90, en la promoción de exposiciones y actividades artísticas y culturales en las que además de presentar y estimular el talento creativo de los jóvenes de la época, también prestaba especial atención a las artes de los grandes maestros de la pintura, la escultura y el dibujo del país.

Los artistas que han desfilado

Kiara Paniagua, lleva cuatro años trabajando en el centro. Nunca se había interesado por el ámbito cultural artístico, pero luego de conocer el proyecto, se fue entusiasmando. Tiene a su cargo la parte de comunicación y la organización de eventos. Relata que en lo que lleva abierto el centro, en sus salas han sido expuestos trabajos de Elsa Núñez, Guillo Pérez, en honor a quien fue bautizado el salón de clases, Jesús Desangles, Aquiles Azar.

También, Luz Severino, Nelson Barreras, y muchos otros, que han presentado sus obras, tanto de manera individual, como en exposiciones colectivas.

El Centro Cultural Mirador Santo Domingo CCMSD, es una entidad filial de la Fundación Centro Cultural Mirador Santo Domingo Inc.

Los espacios

Consta de tres salas y un salón especial de audiovisuales y de reuniones para tertulias. También existe un área destinada a impartir clases de dibujo, modelado con barro y escultura y más adelante integrarán música y teatro, con la ayuda de Las Escuelas Libres del Ministerio de Cultura.

Las clases se imparten a niños de seis a 12 años y los adultos desde los 13 hasta 70 años y más. No hay límites.

En el centro funciona el Café Mecenas, que fue abierto con la idea de darle un ambiente alegre al lugar, pero también para apoyar la parte artística y musical.

En Café Mecenas son presentados grupos y artistas emergentes y algunos ya establecidos.

La música que se escucha es el jazz, sinfónica. “Mecenas surgió como un apoyo al arte, pero también para ofrecer al público un ambiente en el cual, pueda conversar y pasar un buen rato”, dice Kiara Paniagua.

Explica que realizan una exposición itinerante que generalmente incluye las tres salas y los tres pisos, pero en algunas ocasiones son abiertas dos exposiciones al mismo tiempo.

Salón de reuniones y exposiciones

Es una pequeña sala multiusos. Es ahí donde se exhiben las obras que componen la colección del Centro Cultural Mirador desde los años 80 y las que han sido adquiridas a través de las exposiciones realizadas en sus instalaciones en los últimos cinco años.

Entre estas obras figuran trabajos de Ulloa, Guillo Pérez, Pellerano, Willy Pérez, entre otros. En su mayoría corresponden a la colección privada de doña Purísima y su esposo.

Consta además, de tres salas. La sala Rafael Díaz Niese,donde se encuentran las exposiciones de los artistas principales, maestros de la pintura, la sala del Folclore, con la cual se rinde homenaje a Fradique Lizardo y la sala Frank Marino Hernández, bautizada así en honor a uno de los coleccionistas más importantes.

Hora de visitas y clases de arte

En el recorrido a través de las distintas salas y espacios del centro, pueden apreciarse obras de célebres representantes de las plásticas, como Cesteros, Mirna Ledesma y otros más.
El centro está abierto al público de lunes a viernes, de nueve de la mañana a seis de la tarde, los sábados de 10 de mañana a una de la tarde. Mecenas tiene un horario más extenso, abre de martes a domingo de seis de la tarde a 12 de la medianoche.

Las clases son impartidas en la Sala de Arte Guillo Pérez, martes y jueves de tres a seis de la tarde. La idea inicial era motivar a los niños, para que cuando fueran adultos pasaran a Bellas Artes, pero la mayoría se ha quedado.

La docencia está a cargo de la artista Mirna Ledesma. Pero luego, a estos niños se fueron uniendo señoras, adultas mayores, que han visto realizado su sueño de ser artistas plásticas.

Horario
El centro está abierto al público de lunes a viernes, de nueve de la mañana a seis de la tarde, los sábados de 10 de mañana a una de la tarde”.

La cueva
En la construcción sobresale una cueva artificial, construida a partir de un muro natural que pasaba por debajo de la casa”.

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