Introducción

Son tantas las personas que me han pedido que hable del Adviento que se me ha ocurrido tocar estos temas, que hacen parte de los 15 capítulos de mi libro “PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD” en este artículo.

1-ADVIENTO, PREPARACIÓN Y ESPERA. PREPARAR LAS NAVIDADES.

“Todo necesita preparase. Las cosas salen bien cuando se preparan. La improvisación es solo una solución de emergencia. El mismo Dios, aunque es Todopoderoso, da tiempo de preparación a sus obras, a veces de siglos o milenios.

Hay una preparación para las Navidades. La Iglesia Católica dedica a esa tarea las cuatro semanas anteriores a la fiesta propiamente dicha. Ella llama a ese tiempo preparatorio Adviento: tiempo para preparar la llegada del Mesías, del Salvador, amado y esperado.

Las tiendas y supermercados se preparan para las Navidades. Adquieren y ofertan mercancías apropiadas para la época. Porque las Navidades tienen sus propios vestidos y costumbres. Además, adornan sus edificaciones y vitrinas, con luces, guirnaldas y árboles.

También en las calles, en los barrios y en las casas, se ven signos de estarse preparando para las fiestas navideñas. De nuevo bombillas, pintura nueva, nacimientos y flores de pascua crean un ambiente inefable e inigualable. Más aún se puede decir que esta preparación misma es ya parte de la fiesta. Es como si las Navidades necesitaran un largo “antes” y un largo “después”, como si se quisiera exprimir al máximo el significado y el sabor festivo de la Navidad.

Cuanto hemos dicho habla ciertamente de preparación: son signos externos que hablan por sí solos. Sin embargo, hay que preguntarse: ¿se reduce a estas manifestaciones la preparación de las Navidades? De seguro que no. Hay en las Navidades y en sus símbolos “un espíritu” que flota en el ambiente, intangible, pero tan fuerte y tan presente, que casi se puede tocar. Lo externo es, una vez más, expresión de algo interno, que ya existe o que debiera existir.

La pregunta decisiva, entonces es: ¿son siempre los signos externos, los símbolos de la Navidad autentica vivencia del “espíritu”, de los valores que vehicula la Navidad? Por supuesto que no siempre lo son.

La preparación, pues, para las Navidades no puede limitarse a una preparación económica o a una iluminación de edificios, casas y calles. La Navidad pide también, y sobre todo, una preparación espiritual, actualizando los valores que encierra, tales como: la solidaridad, la fraternidad, la justicia, la paz, la igualdad entre los seres humanos, el amor a Dios y al prójimo, el perdón, la reconciliación, el encuentro familiar y la renovación de las relaciones humanas. Es en esos valores donde hunden sus raíces el espíritu festivo y la felicidad que se palpa en Navidad y busca manifestarse en símbolos y signos”.

(Tomado de mi libro PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD, primera edición, págs. 7 y 8).

2-LA ESPERA DE LA NAVIDAD

“La Navidad se ha hecho cultura de un pueblo, hace parte de su alma, de su ser y quehacer anual.

No se ha formado de la noche a la mañana esa cultura. Ha necesitado siglos.

En esa formación han influido, sin lugar a dudas, las semanas que preceden a la Navidad, tiempo que la Iglesia llama Adviento, tiempo que prepara para la Navidad, para la venida en carne del Hijo de Dios vivo.

Los textos que emplea la Iglesia en el Adviento porque en la Iglesia es una comunidad en la que la Palabra tiene una importancia decisiva, son ciertamente preparatorios de la Navidad, pero llevan ya en sus entrañas semillas navideñas.

Repetidos año tras año durante un milenio y medio, esos textos preparatorios, que se concretizan en himnos o poemas, plegarias, exclamaciones, escritos de autores cristianos o pasajes bíblicos, han marcado las culturas de los pueblos y se han hecho a su vez cultura de ellos mismos, sin que aparezca necesariamente su contenido de manera explícita.

He aquí algunos de esos textos representativos de la espera en Navidad y que hacen parte de ella de una manera u otra, manifiesta o implícitamente”.

(Tomado de mi libro PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD, primera edición, págs. 8 y 9).

3-ADVIENTO Y LA HUMANIDAD

“El Papa Benedicto XVI, en su meditación para el tiempo de Adviento del año 2006, une, en el sentido de espera propio de esta época antes de Navidad, a todos los seres humanos con las siguientes palabras:

“El Adviento es más adecuado que nunca para convertirse en un tiempo vivido en comunión con todos aquellos – y gracias a Dios son muchos – que esperan un mundo más justo y más fraterno.

Este compromiso por la justicia puede unir en cierto sentido a los hombres de cualquier nacionalidad y cultura, creyentes y no creyentes. Todos de hecho están animados por un anhelo común, aunque sea distinto por sus motivaciones, hacia un futuro de justicia y de paz.

¡La paz es la meta a la que aspira toda la humanidad! Para los creyentes «paz» es uno de los nombres más bellos de Dios, quien quiere el entendimiento entre todos sus hijos, como he tenido la oportunidad de recordar en mi peregrinación de estos días pasados a Turquía.

Un canto de paz resonó en los cielos cuando Dios se hizo hombre y nació de una mujer, en la plenitud de los tiempos (Cf. Gálatas 4, 4)”.

(Tomado de mi libro PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD, primera edición, págs. 9 y 10).

4-EXCLAMACIONES DE ESPERA

“Son frases, también cortas, que llamo “exclamaciones”, porque son como exhortaciones o suspiros salidos de lo más profundo del alma humana, que reflejan grandes valores ansiados por la humanidad. He aquí diez de ellas:

  • “Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”.
  • “Mirad, viene nuestro Rey, el Señor de la tierra, Él nos librará del yugo de nuestra esclavitud”.
  • “Despertarán jubilosos los que habitan en el polvo, porque el rocío del Señor es rocío de luz”.
  • “Decid a los cobardes de corazón: “Sed fuertes; mirad al Señor, nuestro Dios, que viene”.
  • “Consolad, consolad a mi pueblo’, dice el Señor”.
  • “Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar”.
  • “En Él he puesto mi espíritu, para que haga brillar la justicia en las naciones”.
  • “Alégrense el cielo, goce la tierra, romped a cantar, montañas, porque el Señor, nuestro Dios, va a venir y se compadecerá de los desamparados”.
  • “Cielos, destilad el rocío; nubes, derramad al Justo; ábrase la tierra y brote la salvación, y con ella germine la justicia”.
  • “La verdad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo”.
    (Tomado de mi libro PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD, primera edición, págs. 95 y 96).

Conclusión

CERTIFICO que los contenidos de mi trabajo fueron extraídos textualmente de mi libro “PARA VIVIR EL ADVIENTO Y PREPARAR LA NAVIDAD”.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los tres (3) días del mes de diciembre del año del Señor 2020.

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