El pasado 04 de agosto se inauguró en la Galería Nacional de Bellas Artes (GNBA) la muestra “Judith Cisneros Likurgo obra de la luz”, en la que la artista invita a los espectadores para que desarrollen una experiencia multisensorial por medio de los efectos de la luz. La propuesta es un homenaje al maestro venezolano Carlos Cruz Diez, quien tiene ascendencia dominicana y estuvo emparentado con el padre de la Patria Juan Pablo Duarte. Y es que Cisneros fue alumna del maestro Cruz Diez, de quien se nutrió de sus aportes en el campo del arte cinético y transmutó esos conocimientos en una obra de luz. La creadora lleva años investigando en el estímulo que ofrecen los colores y cómo combinar los más variados tonos para generar nuevas experiencias sensoriales.

¿Háblenos sobre su infancia y juventud, cómo fueron?
He tenido la suerte de tener padres aventureros soñadores, con quienes he podido viajar a muchos lugares como altas montañas, el mar y tener un contacto profundo con la naturaleza. Eso marcó mi infancia. Con mi padre contemplaba el cielo por las noches para ver las estrellas y como él era piloto me enseñaba sus nombres, jugábamos a descubrir satélites. Ese experimento junto a mi padre me hizo aproximarme a ver lo pequeño que somos, lo efímera que es la vida, y su tremendo valor como posibilidad de tener la conciencia para abarcar el universo. Mi madre en cambio me enseñó a vivir en sociedad, a vincularme con la gente, a dar amor, a respetar y a ser muy responsable conmigo misma y con el otro. Respecto a mi adolescencia, fue un camino de búsqueda permanente el que aún no concluyo. Descubrir mi identidad y una marcada tendencia a la soledad y a la contemplación.

¿Cómo inicia su vínculo con el arte?
Siempre tuve inquietudes estéticas que se despertaron observando la maravilla de la naturaleza, descubriendo sus estructuras, sus formas y, sobre todo su perfecta geometría. Esto hizo que tratara de expresarlo a través de dibujos o acuarelas.

¿Cómo define su estilo?
Lo que hago se encausa en el arte geométrico cinético y, como parte del proceso evolutivo que he tenido como persona y artista dentro de esta tendencia, lo defino también como arte geométrico lumínico sensorial.

¿Cuál ha sido su formación en el área del arte?
Me desempeño como profesora superior de Bellas Artes, recibida en la Universidad Nacional de Artes Bs As Argentina. No obstante, mi verdadera formación como artista la tuve de mis maestros, aquellos hombres que abrieron mi camino hacia lo que yo elegí como lo es mi lenguaje estético, entre ellos se encuentran Ary Brizzi, Le Parc, Kossice, Cruz Diez, pues ellos definieron mi vida.

¿Cómo logra conectar con el maestro Carlos Cruz Diez?
Tuve la suerte de trabajar en el taller de Ary Brizzi y todos esos grandes hombres del arte geométrico conceptual eran amigos. Carlos Cruz Diez viajaba a Buenos Aires con frecuencia para reunirse en el taller de Ary Brizzi y ahí estaba, observando todo lo que hacían, descubriendo cómo pensaban y escuchando sus reflexiones. Buscaban una visión universal. Admiro profundamente a Cruz Diez, y cuando descubrí el vínculo que él tenía con la República Dominicana, me pareció hermoso tener la oportunidad de homenajearlo.

¿Qué es lo que más le apasiona cuando ejecuta una obra?
La reacción de la gente, la comunión que se desarrolla con la obra lumínica sensorial. Si hablamos del momento constructivo, el instante donde todos los aspectos de la obra se conjugan, las formas geométricas, los perfumes, los sonidos…

¿Qué es Likurgo?
Likurgo es una instalación que interviene la cúpula de la Galería Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo.

¿Cómo se interesa por este tipo de proyecto performático?
Hoy el arte va evolucionando hacia la integración entre el contemplador y el creador. Lo performático, lo sensorial apunta hacia ese destino y creo que es una fuerza global integradora de la actualidad.

¿Cómo logra documentar el proceso?
Yo me defino de alguna manera como una artista conceptual. Eso me obliga a desarrollar los proyectos con anterioridad definiendo estructuras y características. Previo a la obra, empiezo a trabajar en el concepto global y en especificidad en cada uno de los sentidos: olfato, gusto, tacto, oído y vista. Mi objetivo final es integrarlos en una totalidad inmersiva.

¿Cómo ha sido su acceso a los principales espacios de exposición a nivel internacional?
Generalmente cuando decido exponer en otro país que no sea el de mi origen, me dirijo a las instituciones culturales que creo que podrían insertarse en mi obra en función de las características del museo, de la galería o espacio, así que a partir de ahí lo gestiono, presentando los registros de obras anteriores.

¿Cómo se conserva su obra?
Mis intervenciones, instalaciones son efímeras, no vuelven a repetirse, son únicas, responden al espacio que las contiene. Naturalmente se documentan, pero no es lo mismo. Mis obras se construyen en base al trabajo de patrocinio. Hay coleccionistas que han solicitado construcciones específicas para sus espacios particulares, esas son las que permanecen.

¿Cuáles han sido los momentos más gratificantes de su carrera?
Yo no creo que existan momentos más gratificantes que el presente que estamos construyendo. Pero si tengo que definirlo, creo que el momento más gratificante fue cuando descubrí la posibilidad de modelar o esculpir un haz de luz.

¿Comparta algunas vivencias sobre su vida como artista?
Esto tiene que ver con la pregunta anterior, yo pintaba geometría y realizaba esculturas de metal de madera, y siempre me cuestionaba sobre cómo lograr que el contemplador participe dentro de la obra. Un día, pintando, sentí el perfume de los colores, sus diferencias. Veía la vibración de los tintes y matices y me cuestionaba en relación a cómo lograr que la gente pudiera sentir lo mismo. Y se me ocurrió… si lo que hago es pintar la luz, por qué no aprender a manejar su materialidad.

¿Qué expectativas tiene sobre el público que asistirá a su entrega el próximo 4 de agosto en el palacio de bellas artes?
Más que expectativas, lo que deseo es llegar a la mayor cantidad de gente posible, porque sé que el lenguaje lumínico sensorial del arte es inclusivo, inmersivo, intimista, y comprometido. La exposición es abierta y gratuita. Como la materia que trabajo son los sentidos, no hace falta saber para sentir. Mi lenguaje es universal y sensible. Esta experiencia inmersiva estará disponible al público hasta el 02 de septiembre de 2022.

Dato
Mis intervenciones, instalaciones son efímeras, no vuelven a repetirse, son únicas, responden al espacio que las contiene”.

Amistades
Tuve la suerte de trabajar en el taller de Ary Brizzi y todos estos grandes hombres del arte geométrico conceptual, eran amigos”.

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