Durante los años de 1865 al 1895, llegaron al país gran cantidad de médicos, españoles y cubanos. Todos formados bajo la escuela española con una enorme influencia para la medicina dominicana, al utilizar los medicamentos y enfoques de España. Los médicos de aquellos años de la escuela española, fueron el motor de la evolución y progreso de la medicina dominicana. Introdujeron conceptos novedosos como la asepsia y antisepsia en la cirugía, e iniciaron algunas cirugías como la oftalmológica. Recordemos que para esos años tanto Cuba como Puerto Rico eran colonias españolas. El doctor Moscoso Puello aporta el dato de 16 médicos españoles llegados en esos años, un gran número si comparamos con la cantidad total de 80 profesionales que ya ejercían en el país.

Luego de restaurada la república e iniciar el período conocido como “Segunda República”, los médicos militares que habían sido traídos con la Anexión, fueron enviados a España, Cuba u otra de las aun colonias de España, pero algunos de ellos se quedarían y asentarían en el país. Esto fue favorecido por el hecho de que la mayoría de los dominicanos de la ya República Dominicana, eran de origen español y mantenían sus afectos por lo español y España siendo bien acogidos. Durante esos años de una gran afluencia de médicos desde el extranjero, varias razones explican esta situación. De un lado, la falta de médicos e instituciones nacionales para formar a los médicos del país, y por otro lado, la situación en Cuba en 1868 que por diez años se vió envuelta en una guerra en busca de su independencia, conocida como “La guerra de los diez años”. Para el año 1870 habían en nuestro país más médicos extranjeros que dominicanos.

El doctor Basilio Íñiguez quien refería pertenecer al Real Colegio Médico de Madrid, que se cree llegó al país en 1859, aparece en 1863 anunciándose en el Boletín Oficial, como “médico establecido en la calle del Hospital 28”, hoy calle Hostos. El anuncio citado por Moscoso Puello, decía: “Basilio Iñiguez, médico cirujano y cirujano oculista de las Universidades de Madrid, México y Caracas, y autorizado competentemente por el Supremo Gobierno de esta isla en fecha 12 de mayo del 1859, hoy residente en ésta, se ofrece a la disposición de las personas que necesiten servicios en las profesiones indicadas. La práctica que ha adquirido en el largo tiempo que ha sido empleado y ha asistido a varios hospitales y la grande experiencia que en la curación de las enfermedades intertropicales que ha tenido en más de quince años de profesión, garantizan al público la confianza que en profesión tan delicada e importante se requieren”. En otro anuncio de 1859 decía hacer “cirugías de los ojos todos los días”. Se anunció nuevamente en 1868 en el mismo medio, avisando que se “darían consultas gratis” y “cirugías a los pobres de solemnidad”.

Ya para estos años el doctor Íñiguez había fundado un instituto en el que impartía clases de medicina ante la ausencia de una universidad, y formaba estudiantes para luego presentar sus exámenes ante el Juro Médico. Varios de los médicos de la época como el doctor Manuel Valverde, se formaron con el doctor Íñiguez, quién también era socio de la Sociedad El Paraíso. Hacia el año de 1871 se encontraba este médico aun ejerciendo en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Pocas noticias posteriores de él tenemos luego de estas últimas. Había desarrollado además algunas formulas que vendía a sus pacientes con éxito. Fue además de médico en ejercicio formador de otros facultativos. Es sin lugar a dudas una figura importante en la influencia española en la medicina dominicana.

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