Este prestigioso cirujano nació en la ciudad de La Romana en 1933. En su infancia vivió en Mao, y luego regresó a su ciudad natal en donde estudió en la Escuela Normal y se graduó de bachiller. Durante el bachillerato además de los estudios participó en actividades de las Juventudes Católicas y además trabajó en el Royal Bank of Canadá. El trabajo en una institución como ese banco canadiense definitivamente produjo un importante impacto en su desarrollo por la excelente organización con que contaba. De igual forma en la escuela, desde temprano sintió la curiosidad por conocer más sobre el cuerpo humano y la medicina.

En 1952 ingresó a la Universidad de Santo Domingo. En sus propias palabras: “Sentía dentro de mí esa necesidad de conocer más sobre el cuerpo humano, sus funciones, y el tema de las enfermedades. Pero también tenía ganas de servir a través de la atención médica, porque la consideraba tan noble, así que comencé a motivarme. En la medida en que iba transcurriendo la carrera iba creciendo mi entusiasmo, que luego me di cuenta que es lo fundamental para ejercer esta profesión como corresponde: la medicina es una labor que exige entusiasmo. Ese sueño de juventud, debo admitir que al principio no parecía que tenía posibilidad ninguna de lograrlo, pero las cosas se produjeron de una forma tan increíble que pude salir adelante. Ya en el tercer año de medicina, apliqué y fui aceptado en el cuerpo médico como raso en el Hospital Militar Profesor Marión.” Esas declaraciones las ofreció en una entrevista para El Caribe, firmada por Marcos Rodríguez.
También relató el doctor Bergés, que estuvo unos años en el Hospital Marión, pero salió en el sexto año para laborar en el Instituto de Oncología, que quedaba cerca de la Universidad. En ese mismo año inició sus labores en el Hospital Militar de la Fuerza Aérea Dominicana, hoy Hospital Dr. Ramón de Lara.

Luego de la caída de la dictadura, solicitó y obtuvo plaza para realizar estudios de cirugía general en el Hospital St. Mary de la ciudad de Montreal en Canadá. A este respecto el doctor Bergés narra: “Fue una experiencia maravillosa. Tenía tantos deseos de conocer esas estructuras médicas novedosas del extranjero, y afortunadamente me tocó conocer centros médicos impresionantes. Fue una gran diferencia en comparación con los de aquí, que a duras penas funcionaban y tenían muchas limitaciones. Duré más de cinco años en el extranjero, dos años y medio en Canadá y tres en Estados Unidos, específicamente en Delaware”. Regresó al país en el 1967, época difícil por la situación luego de la guerra civil de 1965, y tras hacer varios intentos se incorporó al Hospital San Francisco de Asís, clínica privada fundada en 1942 por el doctor Antonio Zaiter, ubicada en la Avenida Mella de la ciudad de Santo Domingo, y fue un centro caracterizado por la actitud de su fundador y propietario de servir a los pacientes con gran entrega y apostolado. El doctor Borges comentaba que el doctor Zaiter a menudo no les cobraba a los pacientes y les entregaba las medicinas.

El doctor Bergés fue profesor de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, impartiendo la Patología Quirúrgica. Otro punto importante en la vida del doctor Bergés fue la fundación del Grupo Médico Asociado y del Colegio Dominicano de Cirujanos. Esa agrupación le designó recientemente como Maestro de la Cirugía Dominicana. A lo largo de su vida ha sido un profesor que ha sembrado con su ejemplo. Entre sus alumnos recuerda a los doctores Hernán Cruz o Eric Pimentel. ¡Una vida ejemplar!

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