La institución también cuenta con miles de objetos que fueron recatados y almacenados para su investigación

La Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático posee miles de piezas provenientes de naufragios de la época colonial, encontrados en aguas de la República Dominicana, debido a que los barcos provenientes de Europa utilizaban esta ruta para transportar sus mercancías hacia América Latina. Bajo la dirección de Pedro Morales y Francis Soto, como subdirector técnico, este laboratorio se encarga de conservar, inventariar e identificar los bienes encontrados en dichos naufragios para luego presentarlos en exposiciones, tanto dentro como fuera del país. Muchos de estos objetos datan de naufragios del siglo XIV y XV.

De acuerdo a sus directivos, estos “pecios” como se les llama a los hallazgos, tienen un gran valor histórico y cultural, pues a través de su estudio se puede entender mejor la forma de vida y de navegación de esos tiempos, la historia de sus tripulantes, de dónde venían, hacia dónde se dirigían, qué cargaban y la situación que provocó el accidente o naufragio.

“Muchas veces por lo accidentado que es nuestra costa, República Dominicana es rica en naufragios españoles, ingleses, franceses y holandeses, producto de huracanes, guerras, accidentes, de la piratería, debido a que esta era la ruta que utilizaban las embarcaciones europeas para el comercio hacia América Latina”, indicó Soto, quien además es técnico en buceo y es el único buzo con el que cuenta la institución desde hace 42 años.

De acuerdo a Soto, la oficina posee miles de piezas, que van desde bacinillas, enemas, monedas, tinajas, dados, canicas, tijeras, clavos, cañones de guerra, entre muchos otros objetos que se han sido rescatados de profundidades de 80, 100 y hasta 120 pies. La mayoría de los pecios rescatados pertenecen a embarcaciones inglesas y francesas que transportaban mercancías para el comercio y de guerra.

Soto también dijo que el país cuenta con una colección única de vasos que fueron rescatados de esos naufragios.

“Son muchos los pecios que hemos rescatado de esos naufragios, los cuales son conservados, inventariadas e identificadas para luego exponerlos, no solo en los museos de la República Dominicana, sino también fuera del país”, indicó Soto, quien destacó las exposiciones realizadas en Japón, Estados Unidos, España, entre otros países del mundo.

De igual forma, recordó una gran cantidad de piezas que fueron exhibidas en la inauguración del Museo de la Ciencia en Alcobendas, Madrid, España, donde asistió el Rey Juan Carlos. Además, informó que Patrimonio Subacuático cuenta con miles de objetos que mantiene en fase de investigación.
En la actualidad, la institución se encuentra trabajando con vienes desde 1502 que fueron rescatados del naufragio de la flota de Ovando, entre ellos cañones de guerra. Pero también, “estamos trabajando con pecios encontrados en naufragios de finales de 1700 y del siglo XVIII, y además tenemos objetos ya identificados de embarcaciones que datan del 1400”.

Naufragios encontrados

Entre los barcos encontrados por Patrimonio Subacuático se encuentran el galeón español Nuestra Señora de la Concepción, que naufragó en 1641; el de Nuestra Señora de Guadalupe, que se trabajó en los años 70 junto al Toulouse de Francia, y el navío de guerra también francés, Le Scipión, de 74 cañones, entre otros.

“Empezamos con el Guadalupe, que venía junto al de Tolosa, hundido por un fuerte temporal en la Bahía de Samaná, cuyos pecios fueron encontrados por sus lugareños quienes estaban vendiendo las piezas sin tener idea de lo que estaban haciendo”, informó Soto, quien agregó que darse cuenta de la situación, la Marina de Guerra intervino la embarcación y pudieron salvar muchas piezas, entre ellas algunos cañones que ahora se encuentran en la Fortaleza Ozama.

Luego, en 1778 apareció el naufragio del Le Scipión, que fue uno de los 20 barcos que Francia envió a América para asistir en la guerra de independencia de los Estados Unidos, y que fue hundido por los ingleses en Punta Hicaco, Miches.

Asimismo, dijo que hay un barco Holandés que se encuentra en el Morro de Montecristi, del cual se ha rescatado un gran cargamento de pipas.

Un poco de historia

La Oficina Nacional de Patrimonio Subacuático se convirtió en la primera institución en la región caribeña y suramericana en trabajar con la recuperación de artefactos arqueológicos a partir de naufragios y accidentes marítimos de navegaciones del siglo XVI y XVII. Esta travesía inició cuando las autoridades se dieron cuenta de que moradores de los lugares donde sucedieron esos naufragios vendían las piezas que encontraban en el mar, entre ellas tinajas, vasos, medallas, entre otros objetos.

Es entonces cuando el Grupo de Investigación Submarina (GIS), compuesto por el arquitecto Pedro Borrel, Frank Moya Pons, Bernardo Vega, Federico Schatz, entre otros, le presentó la idea al presidente Joaquín Balaguer de formar un departamento para que se encargara de conservar y salvar el patrimonio de esos naufragios que se estaban perdiendo.

Es ahí donde se crea, por el Decreto No. 683 del 28 de febrero de 1979, la Comisión de Rescate Arqueológico Submarino, la cual fue aprobada años más tarde, durante el gobierno del entonces presidente Antonio Guzmán Fernández.

La función de la institución es la de elaborar y ejecutar un programa de rescate y conservación de los bienes culturales que se encuentren en las aguas territoriales o en zonas marítimas o de influencia económica de la República Dominicana. También, dicha institución se encargaría de realizar inventarios, de proponer sitios arqueológicos submarinos, y restaurar las piezas rescatadas.

Luego de varios años, bajo el Decreto 289-99, la Comisión de Rescate Arqueológico Submarino cambia de nombre, y es entonces cuando se crea la Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático.

Ivestigaciones arqueológicas

La gran mayoría de rescates que ha realizado Patrimonio Subacuático ha sido gracias a la colaboración de importantes universidades e instituciones que trabajen sin fines de lucro. Además la oficina recibe el soporte de la Armada dominicana. “En unión con importantes universidades, instituciones, investigadores y arqueólogos de otros países hemos logrado notables aportes a la historia, la cultura y la ciencia”, indicó Francis Soto.

Recordó que cuando se creó la Comisión de Rescate Submarino, la marina vino a formar parte importante del proyecto, ya que cuando una embarcación sale a hacer cualquier investigación submarina o excavación, se asigna un oficial de la Armada dominicana a bordo, quien además de bucear, se encarga de hacer un inventario de todo lo que se va subiendo a la embarcación.

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