La gente percibe 365 oportunidades para cumplir sus propósitos; algunas veces tienen éxito y otras no

La gente ve cada nuevo año 365 oportunidades. Cuando entra, las hojas del libro se ponen en blanco y cada quien reescribe lo que desea cumplir.

La escritora y psiquiatra española Marian Rojas expresó que el hecho de tener propósitos en Año Nuevo nos ilusiona. “La ilusión es un motor para el organismo, la mente y para el estado de ánimo; y se contagia. Una persona sin ilusiones es una persona que tiene el alma arrugada y es incapaz de ser feliz en la vida”, dijo la especialista.

Para Rojas, cuando llega, por ejemplo, el 30 de diciembre y se echa la vista atrás la gente visualiza sus viejos hábitos, sus fallas, errores y esos propósitos que se intentó concretar y no se pudo. “Es por eso que el nuevo año es como una hoja en blanco que nos genera muchísima ilusión. No siempre es tan fácil, porque abandonar los viejos hábitos como fumar, beber, no es tan sencillo como uno se lo puede imaginar”, dijo la especialista.

Comprometerse con las metas

Año Nuevo, vida nueva, y a la hora de la verdad, los buenos y repetitivos objetivos que uno se fija van perdiendo fuerza, porque nos comprometemos muy poco con nuestros planes.

Según una encuesta realizada en EE.UU. el 80 % de los propósitos de Año Nuevo se abandonan a mediados de febrero. Año tras año, las estadísticas en este y otros países lo corroboran. A los humanos se nos da mal cumplir con nuestros buenos propósitos.

“Creo que esto pasa porque siempre vuelves a proponerte esas metas que a veces son irreales. Si no se tiene ayuda, un apoyo cercano o claras las ideas, la gente no las cumple”, subrayó.

Asimismo, compartió que hay una clara diferencia entre las metas y los objetivos. “La meta es decir: este año voy a perder peso; voy al gimnasio y a dejar de fumar y, con ello, tener hábitos concretos. Esas pequeñas acciones son las que te permiten lograr esa gran meta. Pero si te comprometes con metas muy fuertes y no sabes cómo lograrlas en el día a día o cómo aterrizarlas, a las dos o tres semanas de haber comenzado la ilusión va a desaparecer y materialmente será imposible que lo consigas”, explicó Rojas.

La psiquiatra recomendó a la gente que, en esa meta tan grande lo primero que hay que hacer es aterrizarla y anotar en un papel, ¿cómo la consigo? Además, aconsejó empezar a plantearnos metas a corto plazo, e involucrar a nuestra pareja, familia o amigos en nuestro reto, porque con ellos siempre será más fácil superar la pereza.

Desistir no es sinónimo de fracasar

“La vida es como un GPS. Hay veces que hay que recalcular la ruta y echar la vista atrás. Tendemos a obsesionarnos con ciertas metas que son irreales o difíciles de conseguir, por lo que tengo que replantearme si son las adecuadas, porque de lo contrario pueden llevarme a chocar contra un muro y a sentirme un fracasado”, manifestó Rojas.

En ese mismo orden, resaltó que lo importante es evitar las autoflagelaciones, y los victimismos si flaqueamos alguna vez. “Lo importante es intentarlo, el tener una actitud positiva y no hundirse a la primera de cambio”, señaló la especialista.

Elige tus deseos…

• Bajar de peso.
• Empezar a ahorrar para el viaje de mis sueños.
• Mejorar mis finanzas.
• Acabar con las deudas.
• Hacer más deporte.
• Aprender inglés.
• Poner el negocio de mis sueños.
• Leer más libros.
• Estar más tiempo con mi pareja.
• Escribir un blog.
• Ser mejor persona.
• Tener una vida más saludable.
• Usar menos el móvil.
• Enfrentarme y buscar soluciones a los problemas.
• Practicar la meditación.
• Gastar menos dinero en cosas que no necesito.
• Comprarme una casa.
• Comprarme un carro.
• Ser más disciplinado para las cosas que me propongo.
• Salir de mi zona de confort.
• Apreciar más lo que tengo.
• Ser un mejor ejemplo para mis hijos.
• Sonreír más y quejarme menos.
• Dejar de fumar y beber.

Posted in Estilo

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas