Algunas instagramers son calificadas como ‘blackfishing’ por proyectarse como mujeres afro cuando en verdad no lo son

De ser mujeres de etnia blanca a aparentar ser mestizas, es la práctica a la que han incurrido algunas instagramers con la que llegaron a conquistar a la comunidad afroamericana.

Reza un dicho popular “las apariencias engañan”, y es lo que ha pasado con el ‘destape’ de esta polémica que se viene arrastrando desde hace un tiempo. Aunque es una tendencia ‘alocada’, hay influencers que lo hacen con el objetivo de sumar seguidores a sus redes sociales.

La apariencia que muestran da la impresión de que son mujeres afro, cuyos rasgos físicos se ven muy marcados, razón por la que nadie, a simple vista, se atrevería a dudar de que no son así. Sin embargo, este perfil es considerado por los críticos como una ‘apropiación’ indebida de la cultura afro, porque en realidad, son mujeres de tez blanca, lo que ha dejado con la boca abierta a miles de usuarios hasta la fecha.

¿Quiénes son?

Aga Brzostowska, Jaiden Gumbayan y Emma Hallberg, son parte de las influencers que protagonizan esta polémica. Han sido señaladas por miles de sus fanáticos y críticos que se sienten engañados y que aseguran que ellas se lucran de su “color de piel”, para generar miles de seguidores y para ser contratadas en páginas de bellezas como ejemplo a seguir.

La mayoría de las personas que han podido ‘googlear’ el nombre de una de estas instagramers o ‘stalkearla’, a través de su red social Instagram, se han dado cuenta que tienen una apariencia muy distinta a lo que en realidad son: mujeres blancas.

¿Qué es el ‘blackfishing’?

Es un término que se emplea para llamar a aquellas personas que simulan pertecener a una etnia de color oscura, adoptando ciertos rasgos físicos.

Las mujeres que recurren a esta práctica, oscurecen su piel a través de maquillaje y el bronceado; rizan su pelo, usan trenzas y extenciones, incluso, llegan a inyectarse los labios para agrandarlos.

Comentarios en las redes

Tras la polémica en el 2018, muchos son los seguidores que se pronunciaron al respecto. “Esto importa porque hace sentir a las personas de nuestra comunidad como si no fuéramos la mejor representación de nuestro yo cotidiano”, llegó a expresar una usuaria en las redes. Por otro lado hubo alguien que comentó: “Están ganando éxito pareciéndose a mí mientras trabajo diez veces más para llegar a donde realmente quiero estar. Es injusto”.
Mientras que Desirée Bela-Lobedde, comunicadora, activista estética y autora de la obra “Ser mujer negra” en España, dijo sobre la ‘apropiación cultural’:“si vas usar un elemento que pertenece a otra cultura, como en este caso los peinados, asegúrate de que conoces su origen, su significado y lo respetas y además no te lucres con ello”.

A raíz de que las fotos del antes y el después de las modelos se volvieran virales, éstas se han defendido.

Acusaciones
Emma Hallberg, Aga Brzostowska y Jaiden Gumbayan, son algunas de las influencers acusadas de “apropiación cultural”, lo que ellas llaman como “tendencia moderna”.

Polémica
Los críticos cuestionan esta práctica, llamada “blackfishing”, por considerarla una “apropiación” indebida de la cultura afro.

Posted in EstiloEtiquetas

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas