Se alzó con el primer lugar del concurso impulsado por Diageo, y demostró que la coctelería se vive con pasión

Con una mezcla de sabores dulces, ahumados y tropicales, la mixóloga Frendymar Camacho paralizó al jurado y al público en la edición dominicana del World Class, la competencia internacional de mixología organizada por Diageo desde 2009. Camacho se convirtió en la gran ganadora de un evento que no solo premia la técnica, sino también el arte, la narrativa y el respeto por el producto.

“Me inspiré en el Caribe. Soy de dos países caribeños: Venezuela y República Dominicana”, expresó Frendymar, luego de presentar su propuesta que cautivó al público.

“Lo primero que hice fue crear la receta sin haber probado antes el Blue Label de Johnnie Walker. No tenía una referencia directa del sabor, solo contaba con la cata del maestro Arturo Savage, además de videos sobre las notas aromáticas y algunas clases especializadas”, lo que ayudó a Frendymar a identificar los perfiles sensoriales. Fue después, cuando probó el producto.

Su arte comenzó en la cocina. “Trabajé en Venezuela como cocinera, y fue ahí donde me enamoré de la coctelería”, cuenta. Después de estudiar mixología, emigró en 2016 a República Dominicana en busca de nuevas oportunidades, empujada por la crisis en su país natal.

Adaptarse en el extranjero

Emigrar de su natal Venezuela, lo define como difícil y retador. “Llegar a un país que no conocía fue un gran reto. Pensé que todo aquí era inglés”, recuerda entre risas. Pero pronto sintió el calor del Caribe. “Cuando llegué dije: este es mi lugar, esto es el Caribe, estoy en mis aguas”.

Más de 12 años de experiencia

Su primera gran aparición en el World Class fue el año anterior, cuando quedó como finalista. “No gané, pero me dije: yo voy a ser la próxima. Y lo logré”, afirma.

Con más de 12 años de experiencia detrás de la barra y una sensibilidad artística muy marcada, Frendymar destaca que la clave está en la pasión. “Yo vengo de un proceso de trabajar mis miedos y mis ganas de demostrar lo que soy; y soy una artista, y ha sido un trabajo muy, muy fuerte, pero ahí lo demostré; que estoy preparada”, dice.

¿Qué se valora en una competencia?

El jurado compuesto por José Miguel Guerrero, Arturo Savage y Luis Adrián Rodríguez valoró los aspectos como la limpieza, la organización y la puesta en escena. “El jurado se fija en todo: cómo usas los utensilios, cómo te expresas, cómo conectas. Es muy importante y ha sido muy difícil para todos los competidores llegar a lograr todo eso; porque trabajamos, mientras hablamos y no paramos”, asegura.

“La vida me ha enseñado a ser humilde y a creer en mí. Y como profesional, entendí que una vez que dominas la técnica, lo esencial es tener amor por el arte, por la coctelería. Porque si no hay pasión, si no hay amor por lo que haces, entonces no hay nada”, puntualiza.

Para Frendymar, la coctelería es más que una técnica; es un lenguaje. “Como chef, si no cocinas con amor, el plato queda desabrido. Igual es en la coctelería: si no hay amor, el cóctel no transmite nada”.

Concurso en Canadá y un deseo

Frendymar Camacho tiene grandes planes. El más cercano: abrir su propio bar. “Quiero mi bar. Ya estoy lista. No sé si aquí o en otro lugar, pero en eso es en lo que estoy trabajando”, concluye.

A otras mujeres que sueñan con una carrera les dice: “No se frenen por nada, porque esto es tanto para hombres como para mujeres, y el mundo lo está demostrando. Lo estamos demostrando con juezas, embajadoras, ganadoras con camino recorrido que se lo han ganado”, comenta con firmeza. Frendymar ahora se prepara para representar a República Dominicana y al Caribe en la edición global del World Class Competition en Canadá, donde su meta entrar al top 10 y hacerlo como mujer, y como caribeña, lo que cual sería un gran honor.

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