Limerencia, la enfermedad que produce el mal de amor

 ¿Has tenido mal de amores? Esto es muy posible, debido a que existe una enfermedad del amor llamada limerencia, la cual se presenta con intensos sentimientos de admiración y la necesidad de ser correspondido por esa otra persona.

 ¿Has tenido mal de amores? Esto es muy posible, debido a que existe una enfermedad del amor llamada limerencia, la cual se presenta con intensos sentimientos de admiración y la necesidad de ser correspondido por esa otra persona.Esta enfermedad del amor es un comportamiento obsesivo-compulsivo que puede afectar a cualquier persona, que se genera de una forma brusca e involuntaria y desaparece de la misma manera. La limerencia, como se denomina concretamente a la enfermedad del amor, tiene que ver con los pensamientos de las personas. Se considera que se trata de una problemática porque llega de la mano con otros elementos bastante menos agraciados, como la imperante necesidad de ser correspondido en ese amor, algo que no siempre sucede.

La enfermedad del amor comenzó a ser tratada como la limerencia a finales de la década del ´70, cuando la psicóloga Dorothy Tennov acuñó el término “limerence”, publicando sus primeros estudios al respecto en el año 1979. Actualmente, la mayoría de los científicos suelen decir, acerca de la limerencia, que estamos en presencia de lo que podría ser un “trastorno obsesivo-compulsivo” especialmente enfocado en la actividad amorosa. Esto significa que de acuerdo a nuestro interés emocional por alguna persona se ven influenciados nuestros pensamientos, sentimientos y conductas.

Hay una serie de síntomas que se manifiestan cuando se padece limerencia, entre ellos palpitaciones aceleradas, temblores repentinos, dilatación de pupilas, sudoración inconstante, enrojecimiento de la cara, desórdenes del apetito, tartamudez menor y nerviosismo permanente, entre otros.

Muchas personas suelen decir que están sufriendo la enfermedad del amor cuando se refieren a que están perdidamente enamoradas de otras, y sin embargo eso no quiere decir que estén siendo víctimas de la limerencia, aunque hay que estar atentos. Normalmente, la desesperación extrema en caso de no ser correspondido, o la alegría extrema en caso de sí serlo, puedes ser factores que ayuden a conocer la presencia de limerencia en estas situaciones.

Posted in Edición Impresa, EstiloEtiquetas

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas