Tras largas horas de esfuerzo para la edición de un libro se buscan resultados que impacten a lectores

Según el poeta y político cubano, José Martí, “hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. En lo referente a la escritura, existe una idea que nace en el pensamiento de un ser humano cuyo interés primario va más allá de compartir con los demás en el momento presente, se trata de dejar un legado para el disfrute de generaciones posteriores.

Son las mentes creadoras las que marcan el inicio de un proceso que conlleva una serie de pasos y de unión de roles para dar a luz a ese producto llamado libro, que hoy puedes encontrarlo en sus variedades de electrónicos, impresos o audiolibro. Este es un asunto que me apasiona desde el punto de vista de un camino recorrido en el mundo de la edición y gestión editorial, de la mano de dominicanos con criterio que creen en la elaboración de productos con calidad.

En la realidad “quisqueyana” seleccionar un equipo de trabajo es el primer paso para llevar a cabo la tarea, la cual dista con otras latitudes donde el autor tiene como opción inicial llevar su creación a una casa editorial, lugar donde se encargan de evaluar el contenido en una mesa de trabajo para luego pasarla a un editor y continuar con el proceso, esto, si el trabajo es rentable.

Me ha tocado experimentar que un autor me asigna el trabajo de tomar su idea y hacerla realidad, sea como coordinadora, editora, correctora de estilo o cuidado de edición; para luego asumir esa responsabilidad, armar equipos de trabajo constituidos por diseñadores, traductores, impresores, ilustradores, fotógrafos, traductores, entre otras funciones.

Entonces, para hacer un libro, primero hay que animarse a contar una historia; luego el equipo de trabajo seleccionado preparará un esquema donde hay que contemplar tiempo y presupuesto, pasos que deben estar documentados desde el momento en que se le da entrada al proyecto, junto a la aprobación de los acuerdos entre las partes.

Una vez que se inicia el proceso cualquier variación afecta el trabajo del equipo. Una situación es tener flexibilidad para incluir ciertos cambios o datos relevantes y otra distinta es entrar una cantidad de textos nuevos que no tengan nada que ver con lo pautado.

Entre la creación y la diagramación de un libro, se deben tomar en cuenta importantes detalles en los cuales hay que trabajar con determinación y de manera acertada, entre estos podemos citar: la portada y contraportada; la introducción, prólogo, texto, agradecimientos, títulos y antetítulos; selección de fotografías o ilustraciones que complementen el contenido en color y contexto; buen peso y una resolución adecuada para publicar; encabezados y pies; bibliografía, hojas de respeto o de cortesía.

Tener claridad en el tamaño o formato en el que se hará la obra evitará contratiempos, por ejemplo, si es “media carta” u 8×5 pulgadas o “carta” u 8×11 pulgadas. Igualmente es fundamental saber acerca del papel seleccionado para la impresión como el bond 20, satinado 80 o cáscara de huevo; si será encolado o se le colocará pasta blanda o dura en la portada. Dependiendo de la cantidad de libros que se hagan y los materiales escogidos, se afecta el precio, el tiempo de entrega y se requiere de tener un lugar para almacenar la mercancía.

Otro dato que toda persona responsable de una edición debe de tener en cuenta por su relevancia y aporte a la publicación final, es el International Standard Book Number o código ISBN, cuya misión es “facilitar la circulación de la obra en el mercado editorial” ya que es un número internacional normalizado del libro. Este código se solicitará a la agencia ISBN en el país donde se encuentre. En RD la sede está ubicada en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Adicional a esto, la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) es una institución a la cual se acude para registrar la obra, cuyo monto debe adicionarse en el presupuesto y que ronda los RD$5,000. Es importante llamar a la institución y conocer los requisitos. En el país los autores cuentan con la Ley 65-00 para la protección de obras literarias o artísticas.

Cuando te vayan a entregar el producto final terminado, existen variedad de formatos en los cuales se recibirá la obra. Si vas a imprimir un libro pídele al diseñador con el que trabajaste que te entregue la carpeta editable, esto significa que en ella se incluyan las tipografías, fotografías, programa original de diseño en el que trabajó, la maquetación del libro como Indesing y el HTML, entre otros archivos que contiene ese documento. Recuerda que los formatos serán diferentes para libros impresos y electrónicos.

Al concluir, llegará siempre el día en que presentemos al público el libro. Actualmente, hay varias maneras de hacerlo como la puesta en circulación, un acto en el que se convoca a personas que asisten y escuchan aspectos interesantes sobre la publicación en las voces de comentaristas y del autor. Es el momento idóneo para vender el libro, promocionarlo y autografiarlo.

Si se vende en plataformas como Amazon, el proceso será diferente. Hay que tener una cuenta de Paypal asociada a un banco en el país para luego recibir el pago por las ventas que se ejecuten. También hay variedad de estrategias de posicionamiento para posteriormente vender el libro.

Entonces, ¡qué esperas!, busca un equipo asesor y pon manos a la obra.

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