Jacqueline Lee “Jackie” Kennedy Onassis (de soltera Bouvier). Un nombre que hoy no es muy conocido, pero que en su momento fue el de una mujer destacadísima y encumbrada por medio mundo. El filme no es un biopic. Es retrato muy humano de esa mujer, que abre y cierra en un abordaje clásico: el del periodista que entrevista al personaje-título para darle un hilo conductor al relato de la historia; esa es apenas una de las líneas narrativas, y las siguientes son una estrategia que, por un lado, se decanta por mostrar el lado más humano de esa ex primera dama y viuda del asesinado presidente estadounidense J.F. Kennedy (Dallas, 22 de noviembre de 1963), y, por el otro, crea un contrapunto entre la psiquis del personaje y los laberintos del poder imperial, la opinión pública estadounidense y el uso malcriado que los políticos suelen darles a los medios de comunicación. La acción se concentra en los momentos anteriores, durante y posteriores al asesinato, valiéndose de una narrativa no linear en la que alterna temporalidades de hechos, efectos y consecuencias. Con esa narrativa de impecable impresionismo cinematográfico, asistimos a una trama explícitamente apasionada de aquella mujer, y todo lo que le produjo aquel crimen; se logra con una composición rítmica tenue, por momentos, y seguidamente de instantes acelerados. Un torbellino de pasiones de “Jackie”, de desencuentros consigo misma, que vacila, que ya quiere una cosa en un momento y al siguiente cambia de opinión. La narrativa, aunque se muestra ciertamente impresionista, serpentea el surrealismo, es decir que tiende a dejarnos confusos con la impetuosidad altamente apasionada de “Jackie” (con la notable actuación de una Natalie Portman en estado de gracia). Resalta la estética por el cuidado que se tuvo al administrar colores y disposiciones visuales, asimismo la dirección tiende a distender y tomar distancia de lo que es tradicional en un biopic para, en su lugar, presentarnos una introspección de Jackie; es un estilo que el director viene puliendo desde su filme “NO” y “Toni Manero”, “Post Mortem”, “El Club”, “Gloria” y la impactante “Neruda”, situándolo como líder entre los cineastas latinoamericanos más singulares, precisamente por su maestría en presentar esas introversiones psíquicas y emocionales de los personajes protagónicos de sus filmes. En verdad que tiene obvia disposición hacia una estética del cine puro.
HH HH H Dirección: Pablo Larrain. Género: Drama psicológico e histórico. Duración: 95 minutos
