El cantautor español José Luis Perales estaba en Londres disfrutando de unas vacaciones con su familia cuando tuvo que grabar a toda prisa un video para desmentir el rumor de que había muerto en Madrid.
Con él estaban sus hijos María y Pablo, así como su esposa, Manuela Vargas, con quien se casó en 1977 en Cuenca (España). De ella ha dicho: «Cuando empezamos a salir estaba segurísimo de que iba a ser muy feliz con ella».
Vargas estudió Arquitectura y también se dedicó a administrar la empresa familiar y a cuidar los intereses del artista. Pablo Perales, por su parte, ha trabajado como productor de los conciertos de Perales en directo. Entre ellos los últimos shows que celebraron los 35 años de carrera del letrista, compositor e intérprete nacido en Castejón en 1945.
Los medios españoles indican que Manuela Vargas es la que dirige los bienes que Perales tiene en el sector inmobiliario, en la industria musical (a través de la empresa Fibula) y en el campo, donde tienen viñedos. Tienen propiedades en Valencia, Cuenca y Madrid.
Vargas y Perales se casaron el 30 de julio de 1977 en Cuenca, en el Convento de San Pablo, escenario de conciertos de música religiosa. Sus padrinos fueron el padre de ella y la madre de él. Tuvieron alrededor de 2.000 invitados, lo que constituyó la boda del año en España.
Para ellos se escribió lo siguiente.
«En una tarde de julio / que anubla envidioso el sol / sobre las Hoces de Cuenca / jurándose eterno amor / Manuela, la de Castilla, / y José Luis, el de Castejón».
