Santiago. Con el objetivo de recaudar fondos económicos, el Hogar Niñas de Dios realizó la duodécima edición de su tradicional cena benéfica en el Salón Magúa del Hotel Gran Almirante.
La presidenta de la entidad, Kenia Arroyo, destacó que a través de esta institución sin fines de lucro ofrecen una mayor calidad de vida a las ingresadas.
“Nuestro objetivo principal es educar, ya son 35 años que tiene el hogar y le hemos devuelto a la sociedad muchas profesionales, desde psicólogas, maestras, enfermeras y bioanalistas hasta chicas con posgrado en España. Hemos logrado cambiarles la vida”, manifestó.
La dirigente invitó a las personas de buena voluntad a colaborar con la causa para continuar marcando la diferencia y ser ese “faro de esperanza” para todas las niñas.
“Necesitamos recursos económicos, así como personas que se acerquen y den la mano, con trabajo, cariño, que lleven algo y compartan con ellas, para que así sientan que son importantes”, comentó.
También se reconoció el apoyo incondicional de la familia García Almánzar y de la familia Armas, que hacen que su trabajo sea “más llevadero”.
Los asistentes a la actividad disfrutaron de las amenidades musicales del mariachi Emanuel y del grupo Frankos, e interpretaron música tropical y de otros géneros.
