Del 11 al 23 de septiembre de 1983 se realizó el Encuentro Internacional dedicado a Pablo Neruda, al que asistieron –convocados por Mateo Morrison- personalidades como Eduardo Galeano (Argentina), Pedro Mir, Juan Bosch, Manuel Rueda, Aída Cartagena Portalatín, Emir Rodríguez Monegal (Uruguay), Domingo Moreno Jimenes, Antonio Fernandez Spencer, Roberto Juarroz (Argentina), Freddy Gatón Arce, Saúl Yurkievich (Uruguay), Alberto Baeza Flores (Chile), entre otros. Hubo que esperar 40 años para realizar un evento de esa categoría: Centroamérica Cuenta. Esto en un momento en que la Feria Internacional del Libro es más un capricho que una necesidad.

La feria está programada para realizarse en agosto, si no es que se suspende, porque hay secreto hermético sobre invitados extranjeros. Ni siquiera se ha convocado, como siempre, el cartel de la feria. Para más, Israel (invitado de honor) tiene graves problemas internos y -según fuentes- no puede asumir lo de su participación. Le toca pues al Ministerio de Cultura, que contaba con el apoyo del Ministerio de Educación, que por otra parte -según las fuentes- soltó en banda la feria tras el affaire Mariposas, y se cayó la participación hasta con el pabellón dedicado a los niños. De hecho se había comprometido con abrir clases el 21 y así los estudiantes asistirían, pero parece que ya eso tampoco va a ocurrir.

Se dice que hay caos con la feria. Angela Hernández sigue prácticamente relegada a un lado, en su pulso con Pastor de Moya. Y le han nombrado a Darío Tejada, a Víctor Ramírez, Claribel Santana (directora financiera del viceministerio de Pastor) y tres jóvenes más, como la comisión nombrada para dirigir la feria. Y en un entorno tan de arenas movedizas Aidita Selman es garantía de algo bueno.

Se desconoce si la Editora Nacional publicará algo. Se sabe, sí, de los dos libros de Jeanette Miller. Una vez más, parece lógico suspender la feria. Crónica de una muerte anunciada.

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