Cámaras digitales son valiosas, puntuales auxiliares de la verdad actualmente. Hay ejemplos diarios de videos que, tomados con las de teléfonos móviles o de sistemas de seguridad, han mostrado acciones reprochables cometidas por policías o ciudadanos. Pero causan cuestionamientos también. En Corea del Sur las instalarán en quirófanos para vigilar el trato médico a pacientes inconscientes y algunos críticos señalan que eso “socavará la confianza en los médicos, violará privacidad de los pacientes, disuadirá a cirujanos de correr riesgos para salvar vidas”. Nosotros tenemos ahora cámaras y otros dispositivos especiales en 340 unidades policiales para fiscalizar la labor de los agentes y garantizar los derechos ciudadanos, tras las muertes de tres en custodia policial. Esperar que resulte.

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