Necesitamos a los demás para vivir y angustia la idea de soledad, pero es beneficioso tomarnos un tiempo de reflexión para nosotros mismos, sin ningún contacto externo, incluyendo teléfonos celulares e Internet. Cierta soledad enseña a convivir a solas con nosotros, lo que nos hace más libres. Igualmente, nos hace valorar más lo que tenemos. Experimentos han arrojado que tras la “tristeza” de la soledad, los indicadores de felicidad aumentan ya de nuevo en compañía. También, tiempo con nosotros mismos nos ayuda a desarrollar nuestro talento. Los grandes científicos no habrían llegado a sus conclusiones si no hubieran tenido espacios para desarrollar su trabajo a solas. Hagámonos a la idea de cierta soledad, tiempo sin que mundo y obligaciones nos distraigan.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas