“No ha sido tan malo”, opinó mi hija dos meses después al evaluar un inesperado proyecto de vida que ambas debimos emprender y que en principio, era algo que lucía desastroso y motivaba su rechazo. Le observé a seguidas que el capítulo reafirmaba lo inútil de resistirse ante la forma en que la vida se manifiesta. “¿Ves que debemos tener el corazón abierto a lo que venga sin llenarnos de negatividad anticipada o miedo?”, le dije. En esa actitud reside la posibilidad de que la vida nos sorprenda positivamente pues si bien podemos hacernos alguna idea sobre una eventual situación, es imposible saber a ciencia cierta en qué resultará. Apertura y confianza; clave para tornar lo supuestamente “malo” en bueno.
Buenas sorpresas
“No ha sido tan malo”, opinó mi hija dos meses después al evaluar un inesperado proyecto de vida que ambas debimos emprender y que en …