A Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo, muchos le tienen de referente e inspiración por su extraordinario talento como inversor. Pero no es tan rico solo por ser buen inversor, sino por serlo desde niño. Se inició a los 10 años y la mayor parte de su fortuna de unos 85 mil millones de dólares la hizo después de los 50. Ha sido buen inversor a lo largo de 75 años. Tiempo e interés compuesto son pues su secreto. Buffet predica que paciencia es principal virtud de un inversor. Ser paciente, no tomar decisiones precipitadas y pensar a largo plazo, si queremos ser inversor de éxito.