El triunfo

En cualquier certamen electoral es natural que los participantes se esfuercen por obtener el triunfo en libre y justa competencia. Pero como en la competición deportiva, también hay siempre ganadores y perdedores. En la política en general y de manera especial en tiempo de elecciones, el gran ganador debe ser la democracia y su fortalecimiento como garantía de estabilidad, desarrollo y paz social. Su defensa también es la garantía de que los partidos políticos, sus líderes y seguidores puedan expresar y defender sus preferencias en un clima de amplias libertades públicas. De eso deben tratarse los comicios; fomentar y preservar siempre ese espíritu verdaderamente democrático. Triunfa el país.