En Estados Unidos los republicanos (conservadores) y demócratas (liberales) mantienen profunda división sobre variadas cuestiones: control de armas, desigualdad social, derechos de las mujeres, de las minorías, inflación, finanzas públicas, China, Cuba, etc. Pero el belicismo históricamente tiende a unificarlos en general. La guerra de Ucrania es otro ejemplo. No hay polarización política en cuanto a apoyo norteamericano a esa nación invadida por Rusia. Un grupo de senadores estadounidenses encabezado por el líder de los republicanos en la Cámara Alta, Mitch McConnell, viajó a la capital ucraniana, Kiev, para manifestar su apoyo al presidente Volodímir Zelenski, quien calificó la visita de una “fuerte señal del apoyo bipartidista” del Congreso de ese país al suyo. No extraña.
