Según dijo ayer Ito Bisonó, ministro de Industria y Comercio, el Gobierno se esperaba, lógicamente, que la idea de nuevos impuestos en medio de desempleo y grave crisis económica generada por la pandemia del covid-19, cayera muy mal, como de hecho ha sido. Hasta legisladores del PRM han rechazado por anticipado gravarse con ISR el salario trece desde RD$34,000.00, y con 3% las compras internacionales. Está claro entonces que el presidente Luis Abinader aplicó estrategia política para en definitiva asegurarse nuevos impuestos para enero: proponer lo peor o inaceptable, inducir al “consenso” y lograr algo, que sería finalmente “lo menos malo”. Significa que habrá más impuestos; es inevitable. Sean algunos de los que ahora están en cuestión u otros, nadie nos los despinta. A prepararnos.

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