A una semana del viernes 4 de noviembre de 2022, día que quedó para la historia, que los que lo vivimos nunca olvidaremos, la conclusión es que tenemos que asumir los aprendizajes de lo ocurrido. No pretender que aquella lluvia extraordinaria en Santo Domingo, con el desastroso resultado que todos conocemos, fue un evento casual y que podríamos esperar que no volverá a darse en mucho tiempo, sino que, como señalan los expertos, fue manifestación del cambio climático, por lo que en lo sucesivo podemos esperar eventos meteorológicos así de modo más o menos regular. Hay que planificar; especialmente, atención de Estado al problema de la falta de drenaje pluvial en Santo Domingo. Nuestros políticos tienen que entenderlo.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas