El economista Miguel Ceara Hatton como que no sabía en lo que se metía al aceptar la cartera de Medio Ambiente, tras el homicidio de Orlando Jorge Mera, hace diez meses. El funcionario no ha dado la talla en ese difícil cargo, llamado a imponer las leyes de protección de los vitales recursos naturales, violadas consuetudinariamente en el país, en otra manifestación de nuestra debilidad institucional. Sigue la depredación a la orden del día y estamos con el grito al cielo por eso. En otro país, hace rato que se habría producido la renuncia del ministro, pero en el nuestro, renuncia de un funcionario es demasiado pedir.

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