No es casualidad que los pocos senadores y diputados que han renunciado al dinero para “asistencia social” pertenezcan al Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago. Con mayor población urbana, mejores niveles educativos y económicos, más acceso a la comunicación, concentran los grupos sociales políticamente más empoderados. Representan las demarcaciones con población menos dada a aceptar que los políticos hagan lo que les dé la gana, como ha sido tradicional. Esta nueva sociedad dominicana hizo que la senadora Faride Raful no insistiera con el criticado “barrilito” y la cuestionada ministra de Juventud, Kimberly Taveras, pidiera licencia para ser investigada. Estamos lejos del cambio necesario pero sí, hay que saludar los pequeños pasos bajo la esperanza de que finalmente nos guiarán a los grandes.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas