Sondeos arrojaron que Marine Le Pen estaba ligeramente más sintonizada con las preocupaciones actuales de los franceses, principalmente costo de la vida. Pero asimismo preocupaba su ultraderechismo, considerado peligro para la democracia, y eso, pese la candidata haberlo moderado, finalmente peso más. El presidente Emmanuel Macron derrotó con 58% de votos nuevamente a la líder ultraderechista en las elecciones presidenciales del domingo, triunfo de mentalidad democrática y europeísta. Al reconocer su derrota, Le Pen aseguró que no se rendirá. La conclusión de la historia es que la ultraderecha ha conquistado una parte importante del electorado francés y conseguido efectivamente el mejor resultado de su historia, pero no suficiente para ganar la presidencia de la república. Salve, Francia.

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