1990: El mundo en general y nosotros en particular tensos, ante tambores de guerra por la invasión de Irak a Kuwait. Se temía que la aparentemente inminente guerra produjera precios del petróleo por las nubes y recesión mundial. La guerra sucedió, pero no se cumplieron los malos augurios respecto al petróleo; suspiramos aliviados. Presente: escenario análogo; tambores de guerra en Ucrania-Rusia y nuevamente el mundo y especialmente países dependientes de petróleo importado, como el nuestro, tienen que dar seguimiento a eso y preocuparse porque esa posible guerra traería alza considerable de precio del petróleo. Que no haya guerra, natural deseo humano siempre; pero si así fuere otra vez, pues que tampoco se cumplan los actuales vaticinios fatales.

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