Ante la pandemia del coronavirus, es necesario tomar medidas apropiadas y oportunas. La información va evolucionando rápidamente, pero con lo que sabemos hasta ahora, existen muchas herramientas de protección para nosotros y la comunidad. El primer punto es disminuir el ritmo de contagio a nivel mundial. Esto evita colapsar los sistemas sanitarios y da tiempo y recursos para el mejor manejo de los casos afectados. Un gran número de pacientes infectados permanece asintomático.

La idea es ser parte de la solución en lo que está en nuestras manos. Las medidas son simples. Lavarse las manos con agua y jabón al menos por 20 segundos. En su defecto, utilizar desinfectantes manuales con alcohol. Evita tocarte la cara, ojos y la boca. Al estornudar utilizar un pañuelo o el codo. Desinfecta las áreas comunes y si tienes síntomas gripales o fiebre, mantente alejado de los demás.

Pero podemos ir un paso más. El distanciamiento social busca ralentar la curva de contagio. Y consiste en algunas medidas adicionales. Evitar las multitudes, salir solo en casos necesarios. Evitar viajes innecesarios. Debemos tener una mentalidad comunitaria. El sobreabastecimiento de productos de limpieza implica carencia para los demás y aumenta el riesgo de contagio.

Se trata de tener conciencia. Lávate las manos, sal si es necesario, si tienes síntomas no salgas. La evolución de la pandemia depende de cada uno de nosotros. Debemos proteger a los que han demostrado ser más vulnerables a enfermedad severa, los ancianos, las personas con enfermedades concomitantes. Tener constancia, paciencia. La información irá cambiando, las medidas, evolucionando. Las curvas se estabilizarán, iremos amasando el conocimiento indicado para el control de la enfermedad. No es tiempo de pánico, es tiempo de acción responsable. Y tenemos todo lo que necesitamos, solo tenemos que actuar.

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