Es cierto que los recursos de los municipios son y serán limitados, que cuanto reciben del presupuesto recortado por debajo de lo que manda la ley, suele ser insuficiente para llenar tantas necesidades en las ciudades, secciones y parajes bajo su jurisdicción. Todo eso es cierto. Pero también es cierto que sus administradores, llámense alcaldes y miembros de las salas capitulares, no siempre llevan políticas austeras en cuanto a personal, que las nóminas son supernumerarias, en atención a los compromisos contraídos en la campaña. Que varios ayuntamientos, Santo Domingo Norte, La Vega y San Cristóbal anuncien que darán la regalía sin recurrir a préstamos, es loable. Otros deben aprender de ellos.

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