Desde que presentó la medida de coerción, la Procuraduría salió a decir que hizo la calificación de homicidio involuntario porque era lo que le permitía el Código Penal y agitó el debate para su modificación. Se curó en salud; como decir que se arropó hasta donde le alcanzó la sábana. Y luego del sonado dictamen de la jueza, quedó un saborcito amargo y todas las miradas giraron hacia el Poder Judicial, que de inmediato dio también un paso al frente para defenderla y decir que ella se ciñó, como la Procuraduría, a lo que dice el Código. Tener que explicar lo que se hizo, talvez es porque la gente no quedó satisfecha con que se haga creer que en esta tragedia el único culpable es el vetusto Código Penal.