Los miembros de la Junta armaron un pandemónium en el caldeado ambiente político con la resolución que limita las actividades proselitistas, disposición que recibió una interpretación automática de que fue dirigida a un político específico. La respuesta del expresidente Leonel Fernández en el sentido de que la resolución carece de base legal y es inaplicable le puso la tapa al pomo. Fernández tomó un avión y viajó a México como jefe de la misión de observadores de la OEA, mientras aquí sus seguidores siguen en las calles. El presidente de la JCE, Julio César Castaños, está en España, y hoy parten hacia México, Roberto Saladín y Rosario Graciano. Allá se encontrarán con Leonel. ¿Si coinciden, hablarán de Pancho Villa o de mariachi?

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