Los dominicanos tienen sus huevos vacunadores en la canasta de AstraZeneca, la empresa sueco-británica sobre cuya vacuna han surgido múltiples cuestionamientos. Los últimos provienen de Alemania, donde un Comité de Expertos afirma que no hay datos suficientes para evaluar la eficacia de la vacuna de AstraZeneca en pacientes mayores de 65 años, por lo que debe administrarse únicamente a personas de entre 18 y 64 años.

Otros expertos dicen que fuera de esa excepción, “la vacuna de AstraZeneca, se considera “tan indicada” para proteger contra la enfermedad como las desarrolladas por BioNTech/Pfizer y Moderna, ya homologadas por la Unión Europea (UE). Hoy viernes el organismo de regulación de vacunas de la UE emitirá una opinión definitiva.

Pero además, la UE está enzarzada en una pelea con AstraZeneca, por incumplimiento en la entrega de las vacunas negociadas. La acusa de suministrar el producto preferentemente a Inglaterra.

Son serios los problemas entre la Unión Europea y AstraZeneca. Tiene que ver con el contrato de suministro y los retrasos en la entrega. La Comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides, se quejó ayer de este modo: “AstraZeneca tiene que cumplir. La empresa tiene una obligación moral, social y contractual”. Las respuestas de la empresa hasta ahora no han sido “ni correctas ni aceptables”.

El director general de AstraZeneca, Pascal Soirot, justificó los retrasos indicando que “no se habían especificado las cantidades ni el calendario en el contrato para la entrega de las vacunas” y que en todo caso, el contrato con la UE se hizo tres meses después del contrato con Reino Unido, lo que le ha dado “más fluidez” a las entregas a Londres.

Imagínese, si eso ocurre entre la poderosa Unión Europea y la empresa sueco-británica, qué pasará con las vacunas para República Dominicana en la cesta de AstraZeneca. Ya están los problemas de eficacia denunciados, y ahora el dato de que no protege a las personas de más de 65 años.

¿Tendría Aldo Ariel Suero razón en las advertencias sobre la vacuna de AstraZeneca?

Todo esto mueve a preocupación a los dominicanos esperanzados en vacunarse. Ya no es sólo la cuestión de la eficacia. Es la certeza de garantía a la población más vulnerable y sobre el cumplimiento de la principal empresa contratada. ¿Qué dirán nuestras autoridades?

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