La comunidad internacional se encuentra consternada por el brutal maltrato y deportación masiva y expedita de miles de haitianos acampados en una localidad mexicana que hace frontera con el sur de Texas.
Azotados con látigos y arreados por patrullas a caballo, ha sido un trato inhumano violatorio de los más elementales derechos humanos y sin que haya siquiera mediado una evaluación de su realidad o algún tipo de consideración, porque hasta niños se han visto afectados por el atropello.
La orilla estadounidense del Río Bravo, que separa a ese país de México, ha sido testigo de episodios que nos remontan a la sociedad esclavista, ante lo cual el presidente Biden se ha limitado a decir: “Lo pondremos bajo control”, con lo que no queda en claro si controlará la situación o a los haitianos, que es precisamente lo que están haciendo.
Un hecho muy lamentable que coincide con la comparecencia esta tarde del presidente Abinader ante la Asamblea General de la ONU, por lo que alcanzará mayor repercusión el llamado que pueda efectuar a que cese la indiferencia mundial hacia la calamitosa, precaria y misérrima existencia de ese pueblo.
También para que encuentre eco su clamor de que República Dominicana no está en capacidad de cargar sola con las necesidades de los haitianos.
Como soporte para tratar el tema haitiano, Abinader tiene la mesa servida con lo expuesto ayer por el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, que expresó su angustia por las imágenes de represión y las deplorables condiciones en que están los haitianos en ese lugar.
El mismo tono de preocupación por la masiva expulsión de esos migrantes manifestó Michelle Bachelet, que dirige la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Se ha adelantado que serán varios los temas que tratará Abinader en su discurso de hoy, pero será una oportunidad única para demostrar que como pueblo pobre que somos, no podemos asumir todas las necesidades de Haití y por tanto es a la comunidad internacional a la que corresponde hacerse cargo de nuestros vecinos.
