El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán hizo una exhortación a los partidos a trabajar junto a las direcciones de Informática y Elecciones para avivar el ánimo de construir el consenso para la organización de las elecciones de febrero y para realizar los trabajos según el calendario de actividades previsto.
La declaración ocurre por las diferencias que afloran sobre aspectos importantes relacionados con el montaje de las elecciones y detalles vinculados a los equipos a utilizarse, las formas de votación, de las boletas, el manejo de la data y transmisión de los resultados electorales.
Quizás ese llamado refleje la comprensión de las diferencias suscitadas sobre esos temas que tienden a matizarse según la orientación de los partidos. Desde la esfera opositora se presenta una visión crítica sobre algunos aspectos del proceso y desde el oficialismo una aprobación absoluta de todas las iniciativas de la JCE.
El riesgo sería que la población perciba una identificación de la organizadora de las elecciones algo proclive al poder, lo que podría dar un sesgo infundado o asertivo a su quehacer. Y eso sería peligroso.
Mientras tanto, como se advierte hoy en una crónica de Darielys Quezada en este diario, el tiempo con la vista puesta en las elecciones municipales avanza y hay temas importantes difusos, por no decir indefinidos, sobre los cuales no existe el consenso deseado.
Parece que la auditoría a los equipos utilizados en las primarias del 6 de octubre se dejó sobre la mesa. Tampoco hay respuesta a la petición de auditoría a los equipos que se utilizarán en las elecciones del 16 de febrero. Persisten los desacuerdos con el híbrido de votación automática y boleta manual, según el territorio.
Obviamos referir asuntos meramente administrativos que naturalmente la JCE sabrá solventar.
Ahora urge definir estos aspectos cardinales mediante el consenso, de modo que se concurra a las elecciones con los actores libres de preocupaciones sobre la calidad y la integridad del proceso. Ese ánimo hay que construirlo. Puede hacerse tarde.
