La provincia Hermanas Mirabal recobró desde ayer el ritmo habitual después de diez días de puras competencias deportivas durante la celebración de los Juegos Nacionales 2018.
El bullicio, las emociones de ganar y las decepciones por las derrotadas, todo signado por el espíritu de confraternidad que existió entre los cerca de cuatro mil atletas participantes, queda en el recuerdo de los pobladores de la provincia cuna de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres hermanas que dieron su vida en la resistencia a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Queda un importante legado, que favorecerá a miles de jóvenes. Son las obras levantadas o reconstruidas para la celebración de los juegos, que tuvieron al Gran Santo Domingo como la gran ganadora, con 229 medallas de las 979 que allí se disputaron.
Otras provincias como Duarte y Espaillat, subsedes de los juegos, también fueron beneficiadas con infraestructuras deportivas. A estas demarcaciones de la Región Norte se les suma La Vega, que vio cumplir con la promesa del gobierno de rescatar la piscina Olímpica, que permaneció durante varios años abandonada.
Ahora resta un serio compromiso. Velar por el buen cuidado de estas obras, cuyo monto revelado por el ministro de Deportes Danilo Díaz Vizcaíno, en una entrevista concedida a elCaribe el pasado día cuatro del presente mes, fue de alrededor de mil millones de pesos.
Los municipios de Salcedo, Tenares, Villa Tapia, San Francisco de Macorís, Moca, Gaspar Hernández, La Vega y Bonao fueron los escenarios de competencias de este certamen que marca la historia deportiva dominicana. Fue un verdadero éxito en todo su montaje y por los resultados, sin que se conozcan quejas graves.
Las autoridades decidieron montar la versión número 15 de los Juegos Nacionales en la región sur central, concretamente, en las provincias Azua, Peravia y San José de Ocoa. Han sido denominados “Juegos Nacionales Valdesia 2020”.
Felicitaciones a todos los deportistas, a las provincias que compartieron escenarios y especialmente a la sede Hermanas Mirabal.
