Esta semana, el miércoles, las agencias internacionales reportaron la muerte de 27 personas, se cree que podrían ser más, y entre los cuerpos rescatados hay siete mujeres y tres menores. Se trata de una de las tantas embarcaciones que se aventuran en cercanías del Mar del Norte, para cruzar ese estrecho que permite llegar a las costas de Francia, donde se encuentra la ciudad de Calais.
Fuerzas costeras de Francia y del Reino Unido realizaban tareas de búsqueda de posibles sobrevivientes en el área, donde las corrientes marítimas son difíciles de remontar y las embarcaciones rudimentarias y frágiles, denominadas “pateras”, suelen hundirse con facilidad.

Aunque no se informó la nacionalidad de los náufragos se sabe que se trata de gente de origen africano que emigra de esa manera en busca de una vida mejor, para huir de un continente envuelto en guerras, hambrunas y una absoluta falta de perspectivas de mejoría.

Un poco más cerca, en las costas de Miches, República Dominicana, ayer jueves ocho personas perecieron y más de 22 fueron rescatadas luego del naufragio de una embarcación en la que presuntamente pretendían llegar a Puerto Rico por el Canal de La Mona.

No son dos caras de una misma moneda, sino el mismo rostro de la pobreza que se aventura en busca de una mejoría para su vida y la de sus descendientes, para dejar un pasado y un presente en el que la miseria, la pobreza, la falta de oportunidades, la negación de toda posibilidad de una vida digna es la única realidad en la que transcurre su miserable existencia.

No queremos hablar de migración ilegal porque consideramos que ningún ser humano lo es sencillamente porque no puede considerarse ilegal ser humano, sino más bien expresar que ya es hora de que las élites depredadoras que acumulan y concentran la riqueza comiencen a prestar atención al drama de los seres humanos a los que se les niega todo o casi todo.

Mientras el hambre sea el motor de las embarcaciones para emigrar de esta peligrosa manera, la pobreza seguirá sembrando cadáveres en los mares del mundo.

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