La Duarte es la vía por la que transita el mayor volumen de vehículos en la República y con alguna frecuencia ha debido ser ampliada o sometida a mantenimientos profundos. Ahora el ministerio de Obras Públicas anuncia una iniciativa para mejorarla. Es oportuna. El lunes este diario divulgó un trabajo que confirma que asimismo es la carretera con el mayor volumen de accidentes con saldos fatales.
Más vehículos, apreciables niveles de deterioro y algunos factores propios de la autopista conjugan un cuadro que permiten considerarla también como insegura para los usuarios. Las autoridades tendrán que hacer lo necesario para disminuir los riesgos.
Pero a decir verdad, las causas de los accidentes más comunes hacia la región Norte no se distancian demasiado de los ocurridos en el resto de las carreteras.
Los conductores son los mismos dominicanos que se desplazan por las demás vías. Y el desempeño frente al volante se replica en toda la geografía nacional. La alta siniestralidad de la Duarte estará asociada a condiciones singulares, pero nada ajenas a las otras carreteras.
En ese sentido, las autoridades de Obras Públicas deben poner la mirada con urgencia en la autopista 6 de Noviembre que comunica Santo Domingo con la región Sur. Las amenazas y riesgos son cada vez mayores, especialmente después que en el pasado reciente fue improvisada una “ampliación” mediante la cual los paseos quedaron convertidos en nuevos carriles.
Con decisiones como esa, República Dominicana probablemente continuará dominado en el ranking de los países con mayores víctimas fatales por accidentes de tránsito.
Las muertes por accidentes de tránsito son una pandemia de baja intensidad. Sólo en 2019 murieron 2,095 en el país, la mayor cifra de los últimos 10 años, pero dentro de la media desde hace alrededor de una década: más de 20,387 fallecidos, y contando.
Es la triste realidad si las políticas de tránsito y transportación no son manejadas con el componente humano asociado a los accidentes: alcohol, drogas, manejo temerario o irresponsable y factores objetivos propiciatorios en las diferentes carreteras que deben ser corregidos para mejorar la seguridad y la vida de las personas.
