Acabamos de llegar a diciembre del nefasto 2020, el año de la pandemia que ha acabado con la vida de 1 millón 400 mil personas. Por más que pretendamos ver esos doce meses como un número, en realidad es una etapa de devastación que pocos quisiéramos recordar.
Diciembre debería ser el principio del final de una pandemia que sin embargo no tiene ningún día calendario en el que habrá de tocar terminar. Pero al menos, para quienes llevan la cuenta, sugiere que han podido dejar atrás ese cúmulo de malas nuevas.
Y con ellas, la indicación de que sobrevivimos, que la humanidad tiene la esperanza y la oportunidad de vencer el virus que desde finales del año pasado la viene castigando.
Ha sido una mala época en que la ciencia trabaja aceleradamente para encontrar la respuesta. Y parece que finalmente la tiene, y que quizás en los próximos días, semanas, estará disponible para los primeros destinatarios, los que han estado en la línea de combate, todos aquellos que corren el riesgo a diario en su afán de devolver la salud a las víctimas.
Diciembre podría ser el principio del fin, pero la otra parte va a depender de la capacidad de resistencia, ahora hablamos de resiliencia de los pobladores del planeta, de cómo podemos, cuando nos acercamos a un nuevo conteo, preservar la vida en atención a los protocolos más recomendados para no caer en las garras de la COVID-19.
Es quizás el mes en el que se experimentará con más dureza lo que ha sido el impacto de la pandemia. De cómo ha transformado nuestras vidas, de cómo ha distanciado a los seres humanos, a las familias, a las personas, en todas las dimensiones en que son capaces de socializar.
Diciembre podría ser simplemente el inicio del cierre de un ciclo. 2021 puede significar lo nuevo, el control de esa fatalidad que lo ha cambiado todo para volver atrás, para acrecentar el dolor, el sufrimiento, multiplicar la miseria, las muertes, ensanchar las distancias.
Diciembre, para la gran mayoría, el mes más alegre del año, debe marcar el resurgimiento de la humanidad. Sembremos esa esperanza entre todos.
