Habría que limitarse a aplaudir o simplemente reconocer que las autoridades del Banco Central están haciendo bien su trabajo, o que lo han seguido haciendo mejor si nos atenemos a su informe sobre la marcha de la economía desde enero a julio.
El reporte indica que se ha registrado un crecimiento interanual de 12.1% para julio de 2021, y que para los primeros siete meses presenta una variación promedio acumulada de 13.1%.
El comportamiento desde enero a julio, dice el Banco Central, apunta a que tendremos un crecimiento del 10% o más, lo que deja claro que nuestra economía se ha reactivado tras el embate de la pandemia en sectores claves.
La primera conclusión, porque crecería en más de dos dígitos, es que hubo cautela con las primeras proyecciones, pero que la recuperación superará toda expectativa.
Esto lleva a las autoridades del Banco Central a reconocer: “Se ha verificado una reactivación económica en la que el Producto Interno Bruto (PIB) en términos reales ha superado su nivel previo a la crisis”.
Hay que alentar esas perspectivas positivas sin olvidar que la economía dominicana no cursa ajena a los estragos de la pandemia, y que inciden en ella factores externos que escapan al control local.
Al respecto, habrá que cuidar lo relacionado con los precios y la inflación interanual que supera el rango meta, aunque con una sostenida tendencia a la reducción.
Otra observación al informe enero-julio del Banco Central es que el gasto del Gobierno necesita más impulso, pues se sitúa en menos del 1 % del gasto de capital cuando lo recomendado es aproximadamente el 5 %, por las características de una economía como la dominicana.
Tampoco se debe perder de vista, según algunos expertos, que la recuperación ha corrido pareja con la política de estímulos del propio Banco Central, y que el aumento de las remesas se tradujo en consumo, un componente importante del PIB.
Vamos bien y mejorando; pero con la economía también hay que repetir lo que se proclama para el protocolo anticovid: no bajar la guardia.
