Para septiembre u octubre próximo comenzará la evaluación del personal docente del sistema educativo preuniversitario, anuncio que fue posible tras superar algunos desencuentros entre las autoridades educativas y los dirigentes del gremio magisterial, en particular sobre la periodicidad y distribución de los incentivos.
Esta evaluación, que debería realizarse cada tres años pero tiene nueve de retraso, abarcará a 120 mil maestros, que recibirán más de RD$5 mil millones.
Esta entrega será retroactiva al año pasado, lo que es uno de los “logros” de la ADP, que también obtuvo la flexibilización de los 70 puntos como mínimo para recibir el incentivo (habrá escala especial de un 7% para maestros con resultados entre 65 y 69 puntos, a condición de que participen de un programa especial de capacitación de seis meses).
Sobre estas y otras flexibilidades concedidas a la ADP se podría alegar que es obligación de cualquier gremio defender los intereses de su sector, pero en este caso se trata de los formadores para el futuro y del compromiso de lograr una educación de calidad, lo que tampoco puede estar sujeto a la existencia de autoridades complacientes dizque para evitar en las escuelas un clima de permanente tirantez.
Coincidimos con EDUCA (Acción por la Educación) en la importancia de estas evaluaciones y evitar que se promueva la mediocridad, y en que bajar los estándares mínimos desmotive a los docentes más comprometidos con la calidad y con mejor nivel de desempeño.
Pero lo que el país no se puede permitir, es que las autoridades educativas siempre transijan en la celosa defensa de una mejor calidad del sistema educativo preuniversitario y de los recursos públicos que aporta la sociedad.
Respecto a los crecientes incentivos a los maestros, sin que necesariamente se tenga como contrapartida un mayor compromiso de ellos, habrá que prestar atención a lo que dijo en estas discusiones en julio del año pasado el viceministro de Acreditación y Certificación Docente y también presidente de la Comisión Nacional de Evaluación de Desempeño, Francisco D’Oleo: “En el año 2013, el sueldo total promedio de un docente, sin contribuciones a la seguridad social, era de 29 mil pesos. En el 2024, el sueldo promedio de un maestro es de 63,655 pesos”.
Si de incentivos hablamos, el maestro dominicano es el servidor público al que más se le han concedido.