Señales TV, un canal fundado para promover valores, se entregó a la empresa de rescatar la memoria de Gregorio Urbano Gilbert, el dominicano que contribuyó a darle contenido armado y patriótico a la resistencia a la intervención de los Estados Unidos a la República Dominicana en 1916.
Esa intervención se produjo por la combinación del pobre desarrollo institucional dominicano, la inestabilidad política y la irresponsabilidad de gobiernos nativos de endeudarse sin capacidad de pago, unido al interés norteamericano por asegurarse otro territorio en el Caribe con vocación para la producción de azúcar, en medio del desarrollo de la Primera Guerra Mundial desde 1914,. Resultó una operación rápida y fácil, y apenas tuvo rechazo cívico, excepto la rebeldía de algunos hombres de la región Este que se “alzaron” en pequeñas guerrillas.
En uno de esos grupos estuvo Gilbert, un jovencito de apenas 17 años con un ardiente amor por la República Dominicana. Se inició disparando en solitario a tropas y luego se enroló en la “gavilla” como despectivamente los interventores llamaban a esos dominicanos irreverentes.
En el Este, desde antes de la intervención había elementos armados que cometían fechorías, pero con la presencia extranjera, aquello cobró una dimensión distinta, porque pasaron a ejecutar acciones ofensivas contra las tropas de ocupación.
Señales TV, bajo la dirección de Euri Cabral, decidió recoger la historia de Gilbert mediante un documental, y no sólo ha tratado de reconstruir esos hechos aquí, sino que levantó documentación sobre su presencia en Nicaragua, donde también se integró a la resistencia contra los interventores norteamericanos. Bajo la dirección del general Augusto César Sandino, Gilbert se convirtió en héroes de dos pueblos.
Ese espíritu rebelde, Gilbert, terminó sus días pobre y olvidado en República Dominicana. Falleció en 1970, pero antes tuvo la honra, ya con 66 años, de decir presente en la defensa del suelo patrio, cuando participó en el mitin del 14 de junio de 1965, en el parque Independencia, en apoyo a la revolución democrática y patriótica liderada por Francisco Alberto Caamaño.
El documental es un reconocimiento, un esfuerzo para que ese hombre sea reconocido por el Congreso Nacional, declarándolo Héroe Nacional, y trasladando sus restos al Panteón Nacional.
