El escenario económico para lo que resta de año luce despejado y con posibilidades de cerrar el período con un repunte en el crecimiento del producto interno bruto (PIB).
Al menos para eso están trabajando las autoridades económicas desde el área de la política monetaria. El discurso que pronunció el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en el acto del 70 aniversario de la fundación de la institución, refleja el compromiso del órgano rector de la política monetaria con el crecimiento en un ambiente de estabilidad económica. Son sus metas.
El anuncio del funcionario de que pedirá a la Junta Monetaria (JM), autorización para colocar en todos los sectores de la economía un monto de RD$11,000 millones del encaje legal liberado para préstamos sectoriales, es un reflejo del decidido apoyo que desde el Banco Central se le está dando al dinamismo económico, a través del crédito.
El propósito de la medida anunciada es colocar la parte pendiente de la última liberalización de recursos del encaje, que es el 38% de la suma global, para que esos recursos fluyan hacia cualquier actividad económica donde haya demanda de financiamiento. La tasa será de 8% para todos los sectores y de 9% para los préstamos hipotecarios por su vocación de ser colocados a más largo plazo, lo que refleja el interés de las autoridades de que sea un financiamiento relativamente barato.
El anuncio de que también se pedirá a la JM autorización adelantada del reglamento de evaluación de activos (REA), para la agropecuaria y las Mipymes, muestra el interés en promover áreas consideradas vitales.
Basada en el impacto de esas medidas de flexibilización y abaratamiento del crédito, las autoridades monetarias esperan que la economía se dinamice en el último cuatrimestre y termine el año con un crecimiento cercano al 5%, nivel que estaría en consonancia con las proyecciones de organismos internacionales como el FMI y la Cepal.
El horizonte económico, por lo visto, refleja optimismo, un elemento que en economía no se cuantifica, pero que impacta.
