No es la primera vez que parece haber llegado la hora de la región sur de República Dominicana. Es más, cuando el Estado pasó a ser de manera definitiva el único propietario de los terrenos de Bahía de las Águilas, se dijo “ya sí”, pero eso se quedó del tamaño de los anuncios y en la visita de inversionistas a la zona.
Lo de ahora aparenta ser el timbrazo que marca el despegue hacia el desarrollo, que empieza por Pedernales donde ayer renacieron las esperanzas de sus habitantes de convertirse, en palabras del presidente Luis Abinader: “En un destino mundial, un destino líder en turismo de conservación y un modelo de desarrollo sostenible”.
Las expectativas de los pedernalenses están por los cielos, y con las de ellos las de los habitantes de Barahona, Bahoruco e Independencia, los que entre todos conforman el llamado Sur Profundo, señalada entre las regiones más pobres del país, si no la que más, y a las que prácticamente se les ha vetado el acceso al progreso.
Las palabras y los pasos del presidente de la República son promisorios y apuntan a convertir a Pedernales, como adelanta, en un destino líder, pues ayer mismo se inició la construcción de las primeras obras de infraestructura.
Con el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales, al amparo del Fideicomiso Pro-Pedernales, se estaría marcando el punto de partida del gran sueño de esa región.
Como prueba concreta de que quizá, ahora sí, haya llegado el momento del sur profundo, se dio un palazo simbólico y se mencionó una inversión inicial de US$1,000 millones, para 19 kilómetros de la carretera Enriquillo-Pedernales y el tramo vial que una Cabo Rojo con Bahía de las Águilas. Además, para la readecuación del hotel La Concepción en Cabo Rojo, antiguo hotel de la Alcoa y la edificación de varios hoteles y un aeropuerto internacional.
Confiemos en que a partir de ahora, el despegue de este proyecto sirva para que el sur comience a dejar de ser la postergada región que en las campañas electorales recibía promesas que quedaban en el olvido, y se encamine con paso firme y seguro hacia un futuro esperanzador, basado en el trabajo de sus habitantes y en el empuje de sus dirigentes.
