Quienes recibieron la primera dosis de la vacuna anti covid-19 desde hoy empezarán a recibir la segunda, con la cual recobran algo de confianza y seguridad para vivir con mayor entusiasmo.
Son los ciudadanos sobre los 70 años y aquellos combatientes de primera línea, como los médicos, que fueron los primeros inoculados.
La estimación es que algo más de 730 mil personas han sido vacunadas con las 50 mil dosis de vacunas recibidas de la empresa AstraZeneca provenientes de La India, y el resto con las Sinovac de China.
Con estas aplicaciones, el país está entre las primeras naciones del continente americano que avanzan en sus programas de vacunación. Sólo Chile, Estados Unidos y Uruguay presentan mejores resultados.
De acuerdo con el plan VacúnateRD, con el millón 50 mil dosis recibidas recientemente desde China, se completará la segunda dosis de 680 mil personas y se avanzará hacia nuevos grupos poblacionales, como los militares y policías.
Es bueno observar que el plan marcha bien, y debe reiniciar hoy sin tropiezos mayores después del período de ralentización a la espera del último cargamento. Se requiere, cuando se avance hacia nuevos grupos etarios, que haya mayor rigurosidad en las aplicaciones según lo previsto.
Algún número de personas con edades por debajo de los 70 años fueron vacunadas, y eso desvirtúa el propósito de esta etapa del programa. Los centros de vacunación deben ser estrictos en el cumplimiento de las directrices del Ministerio de Salud.
Hacia el futuro, el país necesita asegurar la vacunación de todos, con las debidas diligencias. No debe concentrar su foco en la espera de las vacunas de los laboratorios de Occidente que han privilegiado a los países del primer mundo, a los países ricos y poderosos.
El Gobierno debe llegar a un acuerdo de gran calado con China Popular. La seguridad de los dominicanos es lo primero, y esa nación ha mostrado su espíritu solidario y de cooperación.
La vacuna es una oportunidad para rectificar una política inadecuada de exclusión de potenciales socios o acompañantes del futuro dominicano. Abre el camino para que todos los países interesados en invertir en República Dominicana lo hagan en condiciones de igualdad.
Apoyemos la masificación del programa.
