La COP26 –Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático– se desarrollará desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre, en Glasgow, Escocia, donde se reunirán delegaciones de casi 200 países para hablar de la emergencia climática y definir acciones concretas que lleven a frenarla.
El encuentro comenzará con la reunión de los mandatarios y durante la segunda semana tendrán lugar las negociaciones de compromisos que se tomarán de manera individual y global.

El problema del cambio climático no es un tema nuevo en la agenda de la ONU ni tampoco está ausente en las estrategias de los países industrializados, que al final resultan ser los principales responsables de la contaminación pero no muestran demasiadas señales de cambiar sus sistemas de producción, ni abandonar determinadas prácticas que someten a las naciones del tercer mundo a una sobreexplotación de sus recursos en condiciones casi siempre deplorables, como la minería a cielo abierto, la deforestación y los cultivos con exceso de plaguicidas, que matan toda la vida orgánica.

El panorama que pintan los expertos tiene mucho de apocalíptico, porque se afirma que estamos ante la última oportunidad de hacer algo que pueda retrasar una vuelta de tuerca más en la lenta muerte del planeta.

Se espera que todos los países, incluso China, acepten reducir los gases de efecto invernadero para 2030 y alcanzar cero emisiones netas de carbono, o “Net Zero” para 2050 (Arabia Saudita ha asegurado hacerlo en 2060).

Otros compromisos esperados incluyen la eliminación del carbón como fuente de energía, que los autos eléctricos reemplacen a los actuales y que los gigantes financieros acepten dirigir fondos a incentivar la protección de los ecosistemas y de la biodiversidad.

Hace mucho que el calentamiento global dejó de ser un fantasma para convertirse en una presencia cada vez más real y aterradora, de ahí que se espera que los mandatarios se dejen guiar por los expertos para que los infiernos que promete el apocalipsis no lleguen a materializarse en el futuro cercano.

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